Oviedo.-En relación con la aprobación hoy por el Consejo de Ministros del Decreto Ley que regula el uso de
aceiteras en hostelería y restauración, prohibiendo las actuales aceiteras y obligando a utilizar envases irrellenables que deben estar debidamente etiquetados, Hostelería de Asturias quiere mostrar por este medio su rechazo a esta obligación.
• Nos hubiera gustado que se tuviera más consideración al sector y se adoptara de forma más positiva no mediante la imposición como se hace, que genera siempre mayores problemas.
• El sector desconoce el texto del Decreto de Ministerio.
• Hay una evidente desconsideración hacia un sector (el hostelero) siempre es el mismo, por un supuesto apoyo a otro (el aceitero)
• Esperamos en todo caso que se haga con flexibilidad y con cabeza para afectar lo mínimamente posible al sector.
• La propia industria tendrá que cambiar los envases para atender la demanda y ahora mismo tanto la industria como el sector tiene un stock de mercancía que deberá consumir.
• Es decir tendrá que implantarse paulatinamente en un plazo de tiempo.
• Evidentemente tendrá repercusión en el precio del aceite.
• Es una medida contradictoria con otras tendencias que son
respaldadas en la actualidad:
o Se generará más residuos plásticos y vidrios, que no tiene justificación práctica y de gran impacto medioambiental.
o Aprovechamiento de los alimentos. En casi ningún caso se agotan en el uso monodosis y que sin embargo se convierte en residuo y por tanto derroche alimentario (incompatible con criterios de racionalidad en base a la estrategia de reducción de desperdicio alimentario). Es un auténtico desperdicio.
• No se ha valorado el impacto de desplazamiento de la demanda que producirá una multiplicación de entre cinco y siete veces el precio del producto.
• Se produce un perjuicio de pérdida de personalización de los establecimientos, no pudiendo utilizar sus propios dispensadores.
• La propia Comisión Europea desechó esta medida tras estudiarla porque comprobó que no contaba con un apoyo amplio, en especial ente los consumidores, en Europa.
• Coincidimos con nuestros colegas europeos que trasladaron con éxito al comisario de Agricultura que esta medida limitará las oportunidades de los productores locales, que no tendrán posibilidades de ofrecer los formatos no rellenables; y no garantiza la protección del consumidor, ya que el fraude en el aceite de oliva
se produce en la mayor parte de los casos antes de su embotellado y no en la mesa de los restaurantes.
• Y nuestro Gobierno, sin embargo, lleva la contraria en este caso a Europa y por un supuesto apoyo y defensa del sector aceitunero y del aceite le pega un puntapié al sector de la restauración.
• La hostelería quiere recordar el importante esfuerzo que la hostelería ha venido realizando para poner en valor y acercar a nuestros clientes el aceite de oliva español.