Los azules acabaron con diez hombres por la expulsión de Cervero

El Real Oviedo cayó derrota en el Carlos Tartiere (2-3), por un Racing de Santander que se mostró ambicioso y mucho más sólido que los azules desde los primeros minutos del partido.

Se adelantaron pronto los visitantes con un tanto a los ocho minutos de juego cuando Koné puso un centro desde la izquierda para que Lafuente cabecease el primero al fondo de la red.

Poco después, un saque de esquina botado por Rubén Durán fue rematado por Andreu en el primer palo para mapliar la renta del conjunto cántabro.

Nada más comenzar la segunda mitad, Granero buscó mordiente en ataque con la entrada de Alain y Sergio García y comenzaron a crear peligro. A los 65 minutos, el árbitro señaló el punto de penalti por un derribo a Cervero en el área y el propio delantero fue el encargado de transformar.

A los pocos minutos y con los azules volcados el propio Cervero resultó expulsado por una acción con Oriol en la que el cántabro se quejó de un manotazo en la cara.

En una contra rápida, Nieto de disparo cruzado sentenció el partido y ya en el tiempo extra tras una serie de rebotes dentro del área verdiblanca, Alain empujó el 2-3 definitivo.

Con este resultado los carbayones ceden el liderato al conjunto que dirije Paco Fernández.

Real Oviedo: Orlando; Alba, Javi Hernández, David Fernández, Sergio Rodríguez; Susaeta (Sergio García, min.45), Héctor Simón, Salva Rivas (Señé, min.57), Eneko; Annunziata (Alain, min.45) y Diego Cervero.

Racing: Sotres; Francis, Oriol, Juanpe, Iñaki; Nieto (Saúl, min.90), Andreu, Javi Soria (Borja Granero, min.83), Lafuente; Rubén Durán y Koné (Miguelez, min.72)

Goles:

0-1; min.7: Lafuente 

0-2, min.15: Rubén Durán

1-2, min.66: Cervero, de penalti

1-3, min.81: Nieto

2-3, min.92: Alain

Árbitro: Eiriz Mata (C. Gallego), amonestó a los locales Salva Rivas y Javi Hernández y a los visitantes Andreu, Oriol y Koné. Expulsó con cartulina roja directa al local Diego Cervero en el minuto 70.

Incidencias: Carlos Tartiere ante 10.570 espectadores, con nutrida presencia de seguidores racinguistas.