Oviedo.-Muy meritoria y muy digna la versión de «Historia de un soldado» de Óliver Díaz, al frente de siete profesores de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, y de Gustavo Moral, al mando del periplo cinematográfico y de la narración efectuada por un grupo de internas del centro penitenciario de Villabona, lo que demuestra que no siempre es necesaria la perfección para sentir el aire fresco de la cultura.