México. D.F.-Para Pura López Colomé (Ciudad de México, 1952) la poesía es una especie de quehacer ilusorio, un modo de vivir o sobrevivir al horror del mundo, una locura con la que busca darle sentido al paso por este mundo. Algo comprensible en una mujer que desde niña debido a la orfandad, el encierro y la soledad se crió entre libros.

La vida de la poeta, ensayista, crítica y traductora siempre ha sido una constante búsqueda poética para encontrar la respuesta a una simple pregunta: ¿Qué sentido tiene nuestro transcurso en esta tierra?, duda que ha intentado responder a lo largo de 324 poemas que integran su reciente libro Poemas reunidos 1985-2012.

“Se trata de un libro en donde presento una selección de mis poemas más representativos y que de alguna manera muestran la evolución de mi trabajo. Con ellos ofrezco al lector un recorrido crítico por mi obra con ojos optimistas y esperanzadores, sin autocomplacencias y con la mayor objetividad con la que fui capaz”, destacó en entrevista con Conaculta Pura López Colomé.

Sentada en una de las sillas de la cafetería de la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica, la escritora conversó sobre lo que significa para ella recopilar más de 27 años de labor poética en un libro que expresa “cómo la poesía es el sentido de la vida y la vida el de la poesía”.

“Es un texto en donde muestro como en mi vida no puedo evitar escribir poesía porque siento es lo que me toca hacer como persona. También revelo que hay días en los que estoy segura  que las cosas tienen sentido y otros que no y que eso no depende de la voluntad, de ser feliz, del bien común, de la justicia, de las condiciones de la vida o de rendirle culto a la naturaleza”.

En Poemas reunidos 1985-2012 el lector podrá encontrar poemas que retratan de forma entrañable, admirable y espectacular diversos temas: el amor, la memoria, la ausencia, el tiempo, la muerte, la violencia y una búsqueda para obtener respuestas interiores sobre la existencia de Dios.

“El tema central –añadió Pura López- es el misterio de la vida y su omnipresencia que surge de la muerte o si se quiere ver de la omnipresencia de la muerte que surge de la vida. También abordo temas que me interesan por mi orfandad que ha sido lo que ha detonado mi búsqueda del porqué de las cosas, de descubrir la diferencia en cada persona, su historia, su misterio interior.

“Pero también los enigmas que en mi caso es la palabra, lo que encierran las palabras, su pluralidad de significado. Si esto lo combinas con el encierro y la soledad que padecí de niña y un contraste de personalidad que quiere ser expansiva pero que no puede serlo, es decir de una persona encerrada que quiere ser alguien afuera pero que se sabe perteneciente al claustro, tendrás una serie de poemas muy interesantes y emotivos para el lector”.

Poemas publicados en los libros El sueño del cazador (1985), Un cristal en otro (1989), Aurora (1994), Intemperie (1997), Éter es (1999), Tragaluz de noche (2003), Santo y seña (2007), Reliquia (2008), Una y fugaz (2010) y Lieder (2012) integran este libro que invita al lector a descubrir cómo surge el interés de Pura López Colomé por la poesía y de acuerdo a su autora “a sobrevivir al horror del mundo”.

“Crecí típicamente en una familia mexicana católica como la mayor parte de los que estamos aquí. A mis familiares o personas que tenía en mi entorno les preguntaba o expresaba algo que me inquietaba. Yo decía hablo con Dios, pero él no habla conmigo, ¿cómo le hago? y no me digan que es la oración porque tampoco, entonces dije buscaré una forma de hacerlo.

“Pensé que esto era posible con mis propias palabras y entonces mis primeros poemas eran para orar con Dios, después eso lo aterrice por escrito en un diario que escribí y que ya no existe porque lo tiré a la basura. De ahí pase a los primeros intentos poéticos cuando tenía 12 años que fue cuando escribí algo que podía ser literatura, poesía y que tenía que ver con un diálogo entre libros en una biblioteca.

“Eso reflejaba mi entorno porque siempre tuve la fortuna de tener una biblioteca cerca ya que  en mi casa había una. Incluso cualquiera de mis hermanos lectores pudo haber salido igual que yo sólo que no tienen este elemento de locura extra que se requiere para escribir poesía.

“Ahora me he retirado a una cueva en la que vivo que está en una casa en una montaña de Cuernavaca. Ahí es donde escribo, leo y en donde estas actividades se nutren una con otra. A través de los libros como este, en ellos y por ellos es la única manera en la que logro sobrevivir al horror del mundo”.

Noche, La medida del tiempo, Mar de las nubes, Cierra los ojos, En alabanza a la muerte, De paso, Él, Aún, Algodón y Rumbo a la escuela son algunos de los poemas cortos y narrativos largos e incluso poemas que fusionan ambas técnicas, que el lector podrá conocer con Poemas reunidos 1985-2012.  

A estos se añaden tres poemas largos que para Pura López Colomé destacan ya que tienen los dos registros a los que tiende de manera natural dentro de su quehacer poético, uno claramente lirico y otro narrativo: de la sección Intemperie (1997) La muerte del beso, de Tragaluz de noche (2003) Quimera y de Santo y seña (2007) Acaso Borneo.

“Esos tres poemas son emblemáticos de mi poesía, pero no quiere decir que sean mis poemas favoritos. Los emblemas son los emblemas más allá de mis deseos y predilecciones. Mi favorito es Mi escondite predilecto que se encuentra en Una y fugaz (2010) y El día que no de Lieder (2012) por que muestran el corazón de la poesía misma, es decir, la pluralidad de significados que hay escondidos en cada una de las palabras, de los versos, estrofas”.

Finalmente la ganadora del Premio Linda Gaboriau otorgado por el Centro para las Artes de Banff en Canadá destacó que en Poemas reunidos 1985-2012 los lectores además de conocer su trayectoria descubrirán que la poesía es un misterio y que en ella está todo cifrado: la felicidad, la infelicidad, la vida, los sueños y la realidad tangible.

“El libro representa para mí un privilegio enorme y tener la oportunidad de poder reunir todos mis poemas publicados en libros que ya no hay en el mercado y que gracias a este volumen es una gran oportunidad para reunirlos.

“La idea también es mostrar que no hay un mensaje en sí porque uno nunca escribe poesía pensando en alguna cosa que quiere transmitir ya que la poesía se transmite sola por caminos insondables y uno nunca realmente tiene el control sobre lo que cada lector va a interpretar o va a recibir ya que como dijo Octavio Paz el poema termina de escribirse en el lector”.