Oviedo (E.P.) .-Ence registró un beneficio neto de 38 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que supone un aumento del 31% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha señalado el grupo papelero este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía ha afirmado que la subida del precio de la celulosa, la mejora de la producción y la contribución de la nueva planta de generación con biomasa de Huelva que, junto con las medidas de reducción de costes y mejoras de gestión, han compensado el impacto de los nuevos impuestos en energía desde principios de año y la pérdida de complementos de eficiencia y de energía reactiva desde el 14 de julio.
Las ventas a finales del tercer trimestre se elevaron a 653,4 millones de euros, lo que supone un aumento del 8%, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) creció un 29%, hasta situarse en 132,5 millones de euros.
La distribución de ventas por segmentos se mantuvo en línea con trimestres anteriores, con tisú como el principal segmento papelero. A nivel geográfico, se produjo un aumento en el peso de España hasta el 15% desde el 14%, gracias a las fuertes exportaciones de sus clientes papeleros españoles, con una reducción de las exportaciones fuera de Europa, que se situaron en el 8% frente al 11% del año anterior.
Ence ha cerrado los nueve primeros meses de 2013 con una deuda financiera neta con recurso de 99,2 millones de euros, un 35% menor respecto al cierre de septiembre de 2012.
Por su parte, la deuda financiera neta total se ha situado en 204 millones de euros, un 6% por debajo de la registrada un año antes, una vez finalizada la construcción de la planta de 20W de Mérida y la puesta en marcha del proyecto de biomasa de 50MW de Huelva.
La compañía ha explicado que esta reducción ha sido posible gracias a la fuerte generación de caja de las actividades de celulosa y las desinversiones, en especial por la venta de activos de Uruguay, que supuso un ingreso de 59 millones de euros, que han permitido compensar, en buena medida, las inversiones en los proyectos de biomasa, así como la retribución a los accionistas.
Tras la colocación de un bono por 250 millones de euros y el repago de la deuda existente, el grupo no dispone de vencimientos de deuda relevantes hasta 2020.
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