Oviedo (E.P.) .- El Premio Príncipe de Asturias de las Artes, el director y guionista de cine austriaco Michael Haneke, ha hecho este viernes una profunda reflexión acerca del cine actual. Ha advertido de sus peligros, porque "ninguna forma artística es capaz de convertir tan fácil y directamente al receptor en la víctima manipulada de su creador como es el cine".
"El cine es un medio de avasallamiento", ha dicho Haneke en su intervención en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2013 en el Teatro Campoamor de Oviedo. Ha argumentado que el séptimo arte ha heredado las estrategias efectistas de todas las formas artísticas que existían antes que él y que las usa eficazmente. "En eso radica la fuerza del cine y su peligro", ha advertido.
Por eso, ha insistido en la necesidad de que los autores tomen "en serio" a los espectadores. "Un autor que no toma en serio a su socio, el receptor, de la misma forma en que él mismo quiere ser tomado, no tiene un interés real en el diálogo", ha explicado.
De esta forma, ha insistido en la responsabilidad a la hora de afrontar el proceso. "¿Quién asume esta responsabilidad? ¿Surge la fundada desconfianza de aceptar el cine como forma artística de esta responsabilidad tan frecuentemente no asumida? ¿La manipulación no es lo contrario de la comunicación? ¿Y no es la comunicabilidad y el respeto ante el tú del receptor una condición básica para poder hablar de arte en general? ", se ha preguntado ante los asistentes.
"El cine, con su peligrosa eficiencia en temas propagandísticos, ha puesto en peligro el destino de miles de personas", ha señalado. Para Haneke, la manipulación que se puede lograr a través del cine no es sólo para fines políticos, sino que también puede servir al autor de la misma para hacerse rico a costa de los espectadores.
ESTADOS UNIDOS
En su intervención, Haneke ha tenido tiempo para criticar el modelo del cine norteamericano, donde existe una "dictadura del mercado", en la que el éxito de una película se mide "exclusivamente en dinero contante".
Para el director de 'Amour', la situación en Europa no es muy distinta y sólo está aparentemente "amortiguada" por las subvenciones. En comparación con Estados Unidos, la influencia sobre las producción cinematográfica de las cadenas de televisión, que en Europa participan decisivamente en la financiación, es "un mal solo insignificantemente menor".
Todo ello viene derivado de la particularidad del cine, que es la más cara de todas las producciones artísticas, ha explicado Haneke y, a la vez, "la más efímera y dependiente del mercado". Por ello, los realizadores se enfrentan a una realidad en la que "los errores no son tolerables".
"A ello se añade como agravante la competencia de los medios de comunicación de masas que con su trivialización de los criterios estéticos y de contenido, forzada por la dependencia del índice de audiencia, no representan precisamente una escuela audiovisual compleja para el público potencial del cine", ha comentado en relación a los actuales medios de comunicación.
FOTO: David Dekat