Migueláñez donará 5 céntimos de euro por la venta de la “carterita solidaria”, uno de sus productos más vendidos, y otros 5 céntimos por entrar en la web www.sonrisasdulces.com y ver el “spot solidario” de la campaña.
La Fundación Síndrome de West destinará los fondos recaudados a financiar sus múltiples labores de formación, ayuda física y económica para los afectados por el Síndrome de West.
Madrid.-Migueláñez, empresa española líder en el sector de los dulces y la confitería, ha presentado su Campaña solidaria Sonrisas Dulces, que, por cuarto año consecutivo, recaudará fondos a través de la venta de un producto solidario y la “viralización” de un spot en Internet. Desde octubre de 2013 y hasta el 6 de enero de 2014 pondrá a la venta la “carterita solidaria”, similar a las tradicionales carteritas (el producto más vendido de la marca) pero con la particularidad de que 5 céntimos de su importe se destinarán a la Fundación Síndrome de West, que presta servicio a los niños afectados por esta dolencia, también denominada “de los espasmos infantiles”.
Al margen de la donación por la venta del producto, Migueláñez sumará otros 5 céntimos de euro por cada click en el spot solidario alojado en el microsite www.sonrisasdulces.com. El objetivo del spot es concienciar a la sociedad sobre la importancia de apoyar a las personas que padecen el Síndrome de West y a sus familiares, que sufren la incomprensión de una sociedad que “ni siquiera sabe que están ahí”.
La “carterita solidaria” contiene 150 grs. de jellies (tradicionalmente conocidas como gominolas) en forma de corazón de la “Línea 0” de Migueláñez, la más vendida de la marca. En la solapa superior, sobre fondo blanco, se encuentra un gran corazón de color rojo con el logo de Migueláñez y la leyenda “Sonrisas Dulces” acompañado por el lema de la campaña “Unidos contra la epilepsia infantil”; el logo de la Fundación Síndrome de West; una paloma azul que indica el donativo de 5 céntimos que se realiza con la compra del producto; y una llamada a visitar la web www.sonrisasdulces.com y colaborar económicamente con el click.
Este producto es apto para personas con intolerancia al gluten y al huevo, no tiene colorantes artificiales, ni grasa, ni lactosa, y contiene un 10 % de zumo de frutas.
La concienciación social, fundamental para ayudar a las familias
La campaña se complementa con un spot protagonizado por Fernando, un niño con Síndrome de West, y su padre. Ambos pasean por entornos urbanos (parques, supermercados, cines, etc.) totalmente vacíos. De esta forma se pretende mostrar la soledad y el vacío que pueden llegar a sentir las familias que tienen un niño con Síndrome de West y lo importante que es apoyarles y ayudarles.
El spot se puede ver en la web www.sonrisasdulces.com, y se puede acceder a él en Internet, desde todas las redes sociales y dispositivos: correo electrónico, Facebook, Twitter, Tuenti, Google+, plataformas de vídeo online, Whatsapp, etc. Cuantas más personas visiten la web y vean el spot, mayor será el importe de la donación final de Migueláñez a la Fundación Síndrome de West.
El Síndrome de West se denomina también “de los espasmos infantiles”, una enfermedad rara que pertenece al grupo de “encefalopatías epilépticas catastróficas”. En general, los niños que sufren esta patología tienen mal pronóstico, ya que muchos de ellos presentan crisis no controladas, retraso mental y/o físico, convirtiéndoles en grandes dependientes. Por ello, uno de los padres suele tener que abandonar su actividad laboral para hacerse cargo de su hijo. Además, los afectados apenas gozan de ayudas públicas específicas.
Mario Migueláñez, director general de la marca, ha declarado que confía plenamente en la buena marcha de la 4ª campaña Sonrisas Dulces, “respaldada por el éxito y buena acogida de las tres campañas anteriores”. “La Fundación Síndrome de West” -continúa- “está formada por familias que son auténticos modelos de entereza y lucha ante las adversidades. Trabajar con ellos está siendo muy inspirador. Creo que su causa no va a dejar indiferente a nadie y que su aislamiento social es una injusticia”.
Por su parte, Nuria Pombo, presidenta de la Fundación Síndrome de West, se mostró muy agradecida por el apoyo de Migueláñez: “El Síndrome de West es una enfermedad muy compleja que requiere muchas atenciones. Nuestra lista de terapias para los niños West es amplísima y nuestro campo de actuación también. Por ello, agradecemos tanto la ayuda de Migueláñez, ya que estamos convencidos de que, con la buena marcha de las ediciones anteriores, la 4ª campaña Sonrisas Dulces va a ser algo más que una contribución económica (que nos va a venir muy bien); está planteada como una gran acción de concienciación social que va abrir los ojos a muchos. Estoy segura”.