El nuevo BMW Serie 4 Cabrio marca el inicio de una nueva era de modelos descapotables de BMW, pertenecientes al segmento automovilístico medio. La nueva expresión estética que estrenó el BMW Serie 4 Coupé también se manifiesta a través del segundo modelo de la serie, el BMW Serie 4 Cabrio. Aumenta el aplomo y se establecen nuevos listones de referencia en relación con dinamismo, elegancia y el incomparable placer de conducir un descapotable, tanto con el techo abierto como cerrado. Además del diseño de personalidad propia, se suman diversos factores técnicos adicionales que diferencian al BMW Serie 4 Cabrio de los modelos de la serie 3 de BMW.
En comparación con el BMW Serie 3 Cabrio, el nuevo BMW Serie 4 Cabrio tiene una carrocería más ancha, y las distancias entre ruedas y entre ejes son visiblemente mayores.
El perfecto equilibrio de las proporciones y el característico trazado de las líneas se obtienen mediante voladizos menores en el frente y en la zaga, así como con un capó muy largo y el habitáculo desplazado hacia atrás. Sin embargo, los rasgos de diseño típicos de la marca BMW, tales como la parrilla ovoide doble, los faros dobles y las grandes entradas de aire en el faldón delantero, sí permiten constatar el parentesco con los modelos de la serie 3.
Por su parte, los así llamados «air breathers», es decir, las salidas de aire detrás de los pasos de rueda delanteros, son expresión de las medidas de optimización de la aerodinámica del BMW Serie 4 Cabrio. Estas salidas, que se suman a las ya conocidas cortinas de aire («air curtains»), logran reducir la turbulencia de aire y, por lo tanto, disminuyen la resistencia aerodinámica en la zona de las ruedas delanteras. La zaga tiene formas planas, por lo que armoniza a la perfección con la fluidez de las formas del coche. El diseño está acuñado por líneas horizontales y por pasos de rueda traseros marcadamente abombados. De este modo, se acentúa el ancho de vía posterior, indicándose con toda claridad que se trata de un coche de tracción trasera.