“Las 8 enmiendas de FORO convenidas y aceptadas mejoran aspectos del proyecto, pero no se han tenido en cuenta otras trascendentes de carácter estructural, organizativo y curricular”

·        “Se obvia la inexcusable revisión del marco legal del profesor, soporte real del sistema escolar”

·        “Mi abstención es una abstención dinámica”

10-octubre-2013 (Madrid).- El diputado de FORO en el Congreso, Enrique Álvarez Sostres, se ha abstenido hoy en la votación del dictamen del proyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), que ha salido adelante con los únicos votos del Partido Popular. La tramitación del proyecto de ley continuará ahora en el Senado, donde FORO defenderá sus 32 enmiendas que permanecen “vivas”, tras haberse incorporado al texto legal ocho de sus enmiendas en su primer paso por el Congreso.

A continuación se transcrible el discurso pronunciado por Álvarez Sostres esta mañana en el Pleno del Congreso de los Diputados:

“Señor Presidente, señor Ministro, señorías:

Comenzamos el trámite final del debate sobre la LOMCE, que va a resultar histórico por varias razones:

La primera, porque va a resultar aprobado en exclusividad por el PP. La segunda razón, porque nace con el germen de su derogación, inoculado en su propia incompetencia e incoherencia política. La tercera, porque si el voto fuese secreto, muchos de sus diputados, los más conocedores del mundo escolar, se abstendrían como hace FORO.

Permítanme, señorías, que con osadía excusable, traslade por mi boca lo que ellos no pueden decir por disciplina de voto. FORO Asturias ha presentado 40 enmiendas al Proyecto de ley de mejora de la calidad educativa. Todas ellas conducen a una consideración: el sistema escolar actual debe ser revisado, como base del desarrollo económico y social del país.

Por ello, nos opusimos a las enmiendas a la totalidad presentadas desde el principio. Pero también por eso fuimos también críticos con el nivel y profundidad revisionista que puso sobre la mesa el Gobierno.

Nuestras enmiendas pretenden paliar esa  rendida  línea reformista, con el objetivo de no desaprovechar esta legislatura en materia educativa. Porque resultaría de un descaro provocador para los bienintencionados profesores y familias hacerles creer que el PP está reformando el sistema escolar, de acuerdo con su programa electoral. Ustedes renuncian a su modelo educativo, haciéndole un suave lifting al sistema escolar.  

La  única aportación histórica de este proyecto reformista del Ministerio es la redistribución  de competencias en Educación, reforzadas con las pruebas externas habilitadoras de títulos de ESO y Bachillerato. Esa es su única aportación de cambio reformista. Quizás la única en su acción de gobierno sobre el ámbito competencial

Nuestras 8 enmiendas convenidas y aceptadas, palian y mejoran aspectos del proyecto, aunque manteniendo grandes contradicciones, como en la libertad de elección de centro y las adscripciones.

Pero no se han tenido en cuenta otras trascendentes de carácter estructural, organizativo y curricular.

Se refieren a mejorar la adquisición de competencias básicas de escritura, lectura y cálculo matemático en Educación Primaria.

O la ampliación de Bachillerato, como anunció el Presidente Rajoy en su discurso de investidura, no quedando como Escocia, Lituania, Rumania y Malta, como únicos países con 2 años de Bachillerato.

O los cambios que impulsen la Historia de la Filosofía, la segunda lengua extranjera o la Educación Artística y el decidido desarrollo de la autonomía escolar y el pluralismo pedagógico.

Se han impuesto a la necesidad revisadora, no los empecinamientos del PSOE -que ya actuó así con La LOCE-, o la dura obstinación a perder el omnímodo control de la escuela de los partidos nacionalistas. 

Se han impuesto ciertos lobbys de influencia religiosa y de titularidad empresarial, que por el día alternan con la oposición y sindicatos y por la noche y al alba, con el gobierno conservador, con talante de diplomacia vaticana.

Y para culminar este ejercicio de tibieza y de inmenso error, se obvia la  inexcusable revisión del marco legal del profesor. Con todo lo dicho se explica mi abstención, pero les aseguro que es una abstención dinámica.