Dentro de las atribuciones que tiene la Policía Nacional le corresponde el control e inspección de las casas de compra-venta de metales preciosos.

En una inspección rutinaria los policías detectaron algunas irregularidades que le infundieron sospechas de que se estaba produciendo algo ilegal.

Al interrogar al empleado terminó por confesar que compró joyas con dinero de la empresa para la que trabajaba y no realizó las inscripciones correspondientes en los libros oficiales y posteriormente vendió o empeño las joyas en otras tiendas del sector.

Los investigadores consiguieron recuperar alguna de las joyas.

Este empleado infiel estaba apropiándose de estos objetos desde hace bastante tiempo por lo que la cantidad defraudada fue una cantidad importante.

Hasta el momento su actividad delictiva no había sido descubierta y el propietario de la empresa, que no reside en Asturias, tampoco se había dado cuenta de las irregularidades.

Fue detenido por un delito de apropiación indebida.