El Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Desarrollo Rural, Industria, Empleo y Medio Ambiente, costeará y llevará a cabo la restauración de la zona afectada por el incendio declarado el pasado 5 de julio en las inmediaciones de Arraiza, que afectó a un total de 230 hectáreas: 125 hectáreas del Concejo de Arraiza, 104 del municipio de Zabalza y 3 hectáreas del Concejo de Ubani.
La titular del departamento, Lourdes Goicoechea Zubelzu, se ha reunido hoy con los representantes de las localidades afectadas para realizar una valoración final de la superficie afectada por el incendio y, especialmente, explicarles el planteamiento inicial del Gobierno de Navarra para lograr la recuperación de la zona. Goicoechea ha indicado en este sentido que ya se han iniciado los trabajos previos a la restauración. Según ha anunciado la consejera “el proyecto de restauración forestal del departamento incorporará las aportaciones que realicen las propias entidades locales. En estos momentos los técnicos de Medio Ambiente están identificando las formaciones vegetales y forestales dañadas. El siguiente paso será la monitorización de la masa forestal dañada para ver si existe y, en su caso, en qué grado, una recuperación natural”, ha puntualizado.
Asimismo, ha destacado que, "de forma paralela, comenzaremos la redacción del proyecto de restauración forestal. Ayuntamiento, concejo y Gobierno de Navarra tenemos el reto y el objetivo compartido de recuperar el área quemada y poder aumentar su biodiversidad en el futuro”.
Junto a Goicoechea han asistido el director general de Medio Ambiente y Agua, Andrés Eciolaza Carballo, y técnicos de Medio Ambiente. De los representantes locales, han participado en el encuentro, por parte del municipio de Zabalza, su alcaldesa María Mejías Jiménez; los concejales Francisco Ripodas, Emilio Izu y Francisco Javier Díez de Ulzurrun; la secretaria del ayuntamiento Lola San Martín; y el asesor Juan Carlos Irurzun. Por parte del Concejo de Arraiza han asistido su presidente Mikel Aranguren y los concejantes Jesús Astiz, Jesús Rodriguez y Ana Armendáriz.
De la superficie total dañada, el 69% se corresponde con terreno forestal. Dentro de éste se han visto afectadas 70 hectáreas de bosque donde se distinguen dos tipos: una masa de pino laricio de 45 hectáreas, la zona de bosque más afectada por el incendio. En esta zona es poco probable que el bosque se regenere de forma natural, por lo que se prevé realizar una restauración total. Es decir, se requiere la tala previa del pinar calcinado y la posterior repoblación de toda la zona afectada. La recuperación de la masa arbolada en esta zona es de especial importancia porque se asienta sobre una zona fuertemente erosionada de manera natural, con lo que la desaparición de los árboles podría tener consecuencias importantes en la retención del suelo.
La segunda zona de bosque afectada es una masa de encinar de 24 hectáreas. Para ésta, los técnicos del Departamento de Desarrollo Rural, Industria, Empleo y Medio Ambiente aconsejan esperar hasta la próxima primavera, por si las encinas se regeneran de forma autónoma.
La recuperación de la masa de pino laricio y la posible actuación sobre el encinar será redactada por técnicos del departamento, para lo que se considerarán los criterios de los municipios afectados. Para la planificación temporal de las acciones previstas (tala y plantación de nuevos ejemplares) se tendrán en cuenta las condiciones vegetativas del bosque o la protección del suelo de la erosión provocada por las lluvias.
Cabe destacar que, de no haberse controlado a tiempo, el incendio de Arraiza podría haber amenazado la falda sur del Perdón. Sin embargo, este no ha sido uno de los más importantes de los últimos 4 años. Los incendios de Izaga y Juslapeña, en verano de 2009, quemaron 1.170 ha (de las cuales 771 eran terreno forestal) y el de Falces y Peralta, en verano de 2010, dañó 267 hectáreas (de las que 255 eran terreno forestal).
Declaración del incendio
A las 16:09 del 5 de julio de 2011 se avisa de un incendio detectado al sur y sur-este de Arraiza. Se declara el nivel de alerta 2 porque, dadas las características del fuego, se solicita la ayuda de medios de otras administraciones y se ponen en marcha los equipos de extinción aérea del Gobierno de Navarra y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
Este incendio supuso la movilización de numerosos recursos tanto humanos como materiales, (medios terrestres, medios aéreos y maquinaria pesada). Entre otros, 66 bomberos del Gobierno de Navarra, 100 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, 9 medios aéreos, 3 bulldozers, camiones autobomba, etc.
La movilización de medios, especialmente los aéreos, realizada en las primeras horas resultó decisiva para facilitar el control del fuego e impedir que el incendio superase la vertiente norte de El Perdón. Las dotaciones terrestres trabajaron sobre todo en el área más oriental, de mejor accesibilidad, consolidando por un lado el perímetro del incendio para evitar que se extendiera a nuevas zonas y, por otro, impedir el rebrote de rescoldos en zonas ya dañadas. Colaboraron en este flanco tractores agrícolas.
Los bulldozer comenzaron a trabajar hacia las 19 h en la zona sur del incendio, realizando trabajos de apertura de vías de acceso para el personal de tierra y permitiendo que pudieran acceder con autobombas y disponer las mangueras cortafuegos.
El avance del incendio fue muy rápido a través de los campos de rastrojeras y se localizaron varios focos secundarios que fueron generando dos flancos, uno a cada lado del Barranco de Larrandia. En el flanco izquierdo afectó fuertemente a la masa de pino laricio y en el flanco derecho el fuego alcanzó el encinar, pero se frenó debido a la fuerte pendiente.
El viento errático dificultó las labores de extinción y fue el causante de los numerosos focos secundarios. El fuego fue estabilizado a las 20:30 del 5 de julio y quedó completamente extinguido durante las primeras horas del día 6. Los retenes de bomberos estuvieron realizando labores de vigilancia en la zona hasta la noche del 7 de julio