Oviedo.-La concejala de Sanidad, Trinidad Ordiz, en compañía de técnicos de Saniastur, visitó este jueves las zonas de Trubia, El Villar, Ventanielles y Parque del Oeste en las que, según denuncias vecinales, se habían localizado focos de ratas. Tras la visita, la edil especificó que, en el caso de los números 8 y 10 de la calle El Villar, junto a la Avenida del Mar, “son fincas de propiedad privada y con fecha 27 de febrero de 2013, tras una inspección realizada por Sanidad, ya se ha instado al propietario de ambas a la limpieza y desratización del área mencionada poniéndolo, en ese misma fecha, en conocimiento del área de Conservación y Policía Urbana de este consistorio”. Además, Ordiz constata que “el 25 de julio de 2013 persiste la anomalía en las mencionadas
fincas y se envía un nuevo informe a la sección de Conservación y Policía Urbana y se inicia un expediente sancionador a los propietarios”.

En cuanto al Parque del Oeste, zona en la que se ha denunciado “la suciedad generada por los perros” la concejala de Sanidad adelantó esta mañana que desde el Ayuntamiento de Oviedo se estudia ya la localización de una zona exclusiva para las mascotas “para evitar de esta manera las posibles molestias que puedan ocasionar a los ciudadanos evitando así que compartan áreas comunes con niños, sobre todo”.
Respecto a Soto de Trubia, la edil apuntó que la denuncia formulada “es sobre un solar de titularidad privada” y que el Ayuntamiento “contactará con la mayor celeridad posible con los propietarios para que procedan al desbroce de la finca” porque, según la edil, “el hecho de que exista maleza incrementa las posibilidades de que aparezcan
roedores”.

Por último, en el caso de Ventanielles, Ordiz se entrevistó esta mañana con portavoces de la asociación de vecinos, constatando que existe una zona en la que hay maleza y adelantando que los servicios municipales procederán a su inmediata limpieza.
La concejala instó además a los vecinos de Ventanielles a eliminar, en la medida de lo posible, los huecos libres que dejan las rejillas existentes en las fachadas de algunas de las viviendas del barrio y que, potencialmente, “pueden suponer un foco insalubre ya que pueden convertirse en guarida para roedores y gatos”.