El asturiano Toni Pérez logró su primer Mundial
La selección española de hockey sobre patines lo ha logrado. Esta noche, en el Luanda Arena, se ha alzado con el 16º Campeonato del Mundo de su historia y con el 5º consecutivo. De este modo consigue lo que nadie antes había logrado: levantar por cinco ediciones consecutivas la copa del Campeón del Mundo. Además, con esta victoria España adelanta en el palmarés general a Portugal. Hace apenas una década, el balance era de 15-11, y ahora ya es 15-16.
Su rival en la final volvió fue Argentina, igual que en los tres últimos años, y de nuevo tuvo que sufrir para ello al derrotar a la albiceleste 4-3, con un gol de Pedro Gil a dos minutos del final.
Como si cualquier español hubiera escrito el guión, el partido empezó con un golazo sólo alcance de los mejores de Adroher. Pasaban tres minutos de encuentro, y ninguno de los dos equipos se había aposentado aún en el parquet. El gol dio tanta tranquilidad a España como inseguridad a Argentina, que se vio obligada a remar contracorriente de buen inicio. España controlaba bien las salida en contraataque, no sufrió en esa faceta, y con la posesión miraba de trenzar jugadas elaboradas. El dominio era claramente español, y Argentina parecía no encontrarse a sí misma en la pista, y aún se le torció más la final cuando Bargalló culminó un contraataque lanzado por Adroher y Gual con un mísil pegado al palo.
España ejercía de campeona, maduraba su juego según sus intereses, y prueba de ello es que se hubiera podido ir al descanso con el 3-0 tras un larguero de Gual, de nuevo tras una bonita jugada de creación del colectivo. Sólo empezar el encuentro, una inocente falta de Grimaldi era señalada como falta directa, y Marc Gual se lucía para firmar, ahora sí, el 3-0. Pero a falta de diez minutos para el final un gol de Emanuele volvió a meter a los argentinos en el encuentro.
Eso, y la permisividad arbitral hacia la albiceleste, ya que se quedó anclada en las ocho faltas hasta el final del partido mientras que España casi roza el segundo ciclo de faltas. Argentina cerraba a España en su área, y Carlos López encontró un buen pase e hizo lo que mejor sabe hacer, definir, y a falta de cinco minutos Nicolía igualaba la contienda con un disparo de media distancia.
Pero ahí apareció el capitán, y marcó un auténtico golazo, lleno de carácter y de ambición, que ponía el definitivo 4-3 en el marcador. A España, de nuevo, le tocó sufrir. Se cerró atrás. Todo el mundo sacó bolas importantes en dos minutos larguísimos, y tras el bocinazo todo el mundo fue a buscar a Gil, el que lleva seis mundiales y siete europeos.