Klaus Regling, director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad y, por tanto, encargado de facilitar asistencia financiera a los países en apuros, es una de las personas que mejor conocen la situación actual de la zona euro. En una entrevista concedida antes de su intervención en la Eurocámara el 24 de septiembre, Regling mostró un cauto optimismo: el crecimiento vuelve con lentitud gracias a las medidas contra la crisis, pero los países deben hacer sus deberes y mejorar su competitividad.
Señor Regling, las agencias de 'rating' o calificación de riesgos vuelven a cuestionar a algunos de los países de la zona euro. ¿Es un indicio de que la crisis de la deuda puede volver a agudizarse en los próximos meses?
Al contrario. Hemos visto señales alentadoras recientemente en la zona euro. Y las agencias de rating no sólo están rebajando sus calificaciones: sus previsiones para Irlanda, por ejemplo, han mejorado. En el segundo trimestre de este año, la zona euro registró un crecimiento positivo tras seis trimestres de crecimiento negativo. El desempleo disminuyó ligeramente en la mayoría de los países sometidos a un programa de asistencia financiera. Estos datos económicos confirman que está dando frutos nuestra respuesta a la crisis, suministrando préstamos a los países bajo la presión de los mercados a cambio de condiciones estrictas.
Pero es importante destacar que la crisis aún no ha terminado. La mejor forma de que los países que reciben ayudas reduzcan los riesgos es mantener el rumbo: deberían continuar los ajustes necesarios en el ámbito nacional. En el ámbito de la zona euro, todos los países deberían cumplir las nuevas reglas de coordinación reforzada de las políticas económicas. Y en el ámbito europeo, la creación de una unión bancaria debe continuar con vigor.
Grecia ha estado en el ojo del huracán durante más de tres años. ¿Necesitará un tercer paquete de rescate? ¿Qué le impide superar la crisis?
Es demasiado pronto para decir si hace falta un tercer paquete. Lo que sí está claro es que Grecia está corrigiendo los desequilibrios que provocaron su crisis. Grecia ha progresado mucho desde su difícil punto de partida. En tres años ha realizado el mayor ajuste presupuestario de la historia de cualquier país, y ha logrado un superávit fiscal primario. La competitividad ha mejorado y se ha aplicado todo un abanico de reformas estructurales. Sin embargo, hay que señalar que el ajuste aún está lejos de haber terminado.
Los ciudadanos han visto disminuir sus salarios y los servicios de la seguridad social. Pero la recuperación sigue sin estar a la vista. ¿Hay alternativa a la austeridad?
Soy consciente de que la situación actual en los países bajo un programa de asistencia es muy dura para una amplia parte de la población. Se han recortado los sueldos y las pensiones, y muchas personas han perdido su trabajo. Es importante subrayar que otras alternativas habrían sido insostenibles e incluso más dolorosas para la población. Nuestros préstamos dan a los países que no tienen acceso al mercado una financiación temporal barata. Los países deben utilizar este periodo para hacer que sus economías vuelvan a ser competitivos y recuperar la confianza de los inversores. La experiencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en países como Corea del Sur, Brasil y Turquía muestra que esta estrategia funciona.//Fuente: Parlamento Europeo
FOTO: Klaus Regling, director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad ©ESM