Con motivo del lanzamiento industrial de los nuevos Citroën C4 Picasso y Grand C4 Picasso, el Príncipe de Asturias visitó el centro de producción del Grupo PSA Peugeot Citroën en Vigo. Desde la comercialización del primer Picasso de Citroën en 2000, esta gama de monovolúmenes familiares ha mostrado la marca “Made in Spain” por las carreteras internacionales logrando ser líder de ventas tanto en España como en Europa
A su llegada a la planta viguesa, el Príncipe de Asturias fue recibido, entre otras autoridades, por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el ministro de Industria, José Manuel Soria, el presidente del Grupo PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin, el director Industrial del Grupo, Denis Martin, el director del Centro de Vigo, Juan Antonio Muñoz Codina, y el director general de Citroën España, Alfredo Vila. Don Felipe de Borbón visitó la nave en la que se montan los nuevos Citroën C4 Picasso y comprobó, de primera mano, los puntos fuertes de este modelo: la tecnología de seguridad, la eficiencia medioambiental y el confort. El recorrido del heredero de la Corona terminó con una exposición de vehículos históricos fabricados en el centro y el descubrimiento de una placa conmemorativa.
El director general de Citroën España, Alfredo Vila, ha destacado en su mensaje de bienvenida al Príncipe Felipe las principales características del nuevo Citroën Grand C4 Picasso que inicia hoy, en exclusiva mundial, su fabricación en Vigo. Don Felipe de Borbón ha sido testigo de la salida de la primera unidad del nuevo monovolumen familiar, diseñado para que tanto el conductor como todos sus ocupantes disfruten al máximo.
“El nuevo Citroën Grand C4 Picasso ofrece las mejores cifras del mercado en modularidad, habitabilidad y accesibilidad e integra la tecnología BlueHDi, la única capaz de reducir en un 90% las emisiones de NOx al tiempo que disminuye las emisiones de CO2” ha declarado Alfredo Vila. Además, incorpora un equipamiento pensado para ofrecer los máximos niveles de seguridad y confort: asistencia al aparcamiento, cámara de visión 360º, vigilancia de punto muerto e interfaz de conducción 100% táctil asociada a una pantalla panorámica de 12”, son algunos ejemplos.
Vila también ha puesto de manifiesto la profundidad de la crisis que afecta al sector en España, destacando la situación del mercado que, desde 2007, ha reducido su tamaño a menos de la mitad, con una importante pérdida de empleos: “los concesionarios están sufriendo particularmente esta crisis. En los últimos 6 años, hemos visto cómo se cerraban unos 1.200 concesionarios de todas las marcas y perdían sus empleos 50.000 trabajadores”.
Tras analizar los efectos de la crisis en el sector, el máximo responsable de la marca Citroën en España agradeció al Gobierno Central “su sensibilidad a la difícil coyuntura por la que pasa el automóvil”, al animar las ventas de vehículos nuevos con planes de rejuvenecimiento del parque automovilístico, como PIVE y PIMA Aire, gracias a los cuales se benefician tanto fabricantes como la Administración y los propios usuarios, ya que “pueden acceder con mejores condiciones económicas que nunca, a un vehículo más respetuoso con el medio ambiente, más seguro y tecnológicamente más avanzado”.
En su mensaje de bienvenida al Príncipe, el presidente del Grupo PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin, ha destacado la importancia que España tiene para PSA. Según ha declarado, “en la fábrica de Vigo, el Grupo ha invertido más de 1.000 millones de euros entre 2009 y 2013, de los que más de 400 millones se han dedicado a la industrialización del C4 Picasso”. Denis Martin, director Industrial de PSA Peugeot Citroën, ha recalcado que el Centro de Vigo es una de las fábricas clave del dispositivo industrial del Grupo, que “con una producción prevista de 400.000 vehículos para este año, será la segunda fábrica de PSA en términos de volumen”.
Si los Citroën C4 Picasso y Grand C4 Picasso son las puntas de lanza de la marca en el segmento de los monovolúmenes compactos, Vigo también es la cuna de otros modelos clave para Citroën como son el Berlingo, líder en el mercado español de vehículos comerciales, y el C-Elysée, destinado, fundamentalmente, a mercados emergentes.
