Las ictiosis son un grupo de enfermedades genéticas que afectan a la función barrera de la piel. En tanto que pertenecientes al grupo de enfermedades genéticas raras, su escasa prevalencia dificulta el desarrollo de terapias, comprometiendo seriamente la calidad de vida de los pacientes afectados. El equipo del Dr. Fernando Larcher, investigador de la División de Biomedicina epitelialdel CIEMAT, en colaboración con el grupo del Profesor Heiko Traupe, de la Universidad de Munster, ha conseguido desarrollar mediante bioingeniería de piel un modelo humanizado fidedigno de la enfermedad en ratones y probado con éxito, en el modelo, una terapia de reposición enzimática.
En la Ictiosis lamelar, los pacientes tienen la piel afectada por hiperqueratosis con formación de escamas en todo su cuerpo como consecuencia de la ausencia de la enzima transglutaminasa 1 debido a mutaciones en el gen TGM1 que la codifica. Esta enzima contribuye a la correcta formación del estrato córneo de la epidermis; cuando este estrato no se forma apropiadamente, los pacientes están expuestos a deshidratación e infecciones.
En colaboración con el grupo del Profesor Heiko Traupe de la universidad de Munster, el equipo de Fernando Larcher de la División de Biomedicina Epitelial del CIEMAT-CIBERER consiguió primero desarrollar por bioingeniería de piel un modelo humanizado fidedigno de la enfermedad en ratones. En el trabajo que ahora se publica en la prestigiosa revista American Journal of Human Genetics (AJHG), se hace uso del modelo humanizado para demostrar, a nivel pre-clínico, la eficacia de un tratamiento tópico basado en la reposición de la enzima transglutaminasa encapsulada en liposomas “inteligentes” capaces de alcanzar las células afectadas. El tratamiento fue capaz de eliminar la hiperqueratosis, normalizar la arquitectura cutánea y detener la pérdida de agua en la piel con Ictiosis regenerada en ratones. La eficiencia demostrada representa un importante avance, previo al desarrollo de ensayos clínicos, y abre la puerta a tratamientos similares para otras patologías relacionadas.
En la fotografía podemos ver cómo el tratamiento con liposomas portadores de la enzima transglutaminasa normaliza la arquitectura epidérmica a nivel macroscópico e histológico (microscópico).