Asegura que es incomprensible que la comunidad mantenga un tipo máximo impositivo del 56% en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, un porcentaje que, en todo el mundo, sólo supera Suecia
Asturias.-Mercedes Fernández afirmó este lunes que no es comprensible que Asturias tenga los impuestos más altos de España cuando, a la vez, sufre el récord de paro, la menor tasa de actividad del país y no tiene garantizado el reemplazo demográfico al registrar la tasa de natalidad más baja de España. En este penoso panorama de la realidad asturiana enmarco la presidenta del Partido Popular de Asturias la propuesta de su formación de bajar los impuestos en la región para frenar la caída de ingresos del Principado y evitar las desclocalizaciopnes y fugas de capitales. El PP plantea reducir los tipos de los tributos cedidos, el IRPF, y los impuestos de Patrimonio y Sucesiones.
La presidenta del PP subrayó que es “inaceptable” que Asturias mantenga un tipo máximo impositivo del 56 por ciento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, un porcentaje que, en todo el mundo, sólo supera Suecia. “Para evitar esta incomprensible situación, hemos hecho la propuesta de reducir impuestos y hemos querido mojarnos, un planteamiento que esperamos que tenga apoyos”, indicó Mercedes Fernández. La máxima responsable de los populares asturianos realizó hoy estas declaraciones a los medios de comunicación tras conocerser ayer la ambiciosa propuesta que defenderá su partido en los próximos debates sobre el Estado de la Región y, posteriormente, de Presupuestos.
Bajar los impuestos para compensar la caída de ingresos registrada desde que Asturias elevó los tipos máximos del IRPF, patrimonio y sucesiones, y reducción fiscal también con el fin de mantener en nuestra tierra los capitales y las empresas ya asentadas en la región y tratar de atraer otras nuevas, lo que permitiría crear empleo, actividad y riqueza. Esos son los grandes objetivos de la reforma fiscal que ha elaborado el Partido Popular de Asturias. El PP regional plantea la necesidad de abordar una reforma fiscal profunda en el Principado, que afectaría a los impuestos cedidos por el Estado. Los tributos autonómicos, como el céntimo sanitario y el canon de saneamiento, seguirían en la situación actual, aunque tampoco gustan a los diputados populares. En el caso del canon de saneamiento, el grupo parlamentario ha presentado una treintena de enmiendas para eximir de su pago de oficio al medio rural de la comunidad, pero no plantean disminución de tipos impositivos.
La propuesta ha sido elaborada por la diputada Emma Ramos, la experta en asuntos de Hacienda del grupo parlamentario popular, y coordinada por Mercedes Fernández, en un intenso trabajo que se ha venido desarrollando desde el pasado mes de agosto. Las dos parlamentarias han perfilado las principales conclusiones en los últimos días con la intención de defenderlas en el Debate del Estado de la Región, el primer examen del nuevo curso político regional que se celebrará a partir del 7 de octubre, y posteriormente en la discusión de los presupuestos regionales.
A mayor impuesto, menor recaudación
El estudio de Emma Ramos parte de la caída de los ingresos fiscales en Asturias en los últimos años, un período en el que el Principado ha revisado al alza los tipos máximos de tributos como el impuesto sobre la renta, patrimonio y sucesiones. Entre la previsión de ingresos de 2011 y la de 2013, hay una disminución de 76 millones de euros y en los primeros cinco meses de este año ha menguado la recaudación efectiva de casi todos los impuestos respecto al mismo período de 2012, subraya la parlamentaria popular.
«Queda patente que el incremento de las tarifas impositivas no se ha traducido en un aumento de la recaudación sino que, al contrario, ha puesto en evidencia la imposibilidad del Principado de mejorar su capacidad recaudatoria», argumenta Ramos, para quien el descenso en los ingresos, vía tributos, supone la constatación de la llamada curva de Laffer, según la cual «una subida impositiva, a partir de cierto nivel, no tiene que tener como consecuencia automática un incremento del volumen de la recaudación».
La parlamentaria ha comparado los tipos impositivos del impuesto sobre la renta en Asturias con los del resto del país y también con los de más de una treintena de países de todo el mundo. Este análisis le ha permitido constatar que Asturias tiene uno de los tipos marginales más elevados del mundo para las rentas más altas, del 56 por ciento, tras sumar el tramo estatal y el autonómico, al mismo nivel que Cataluña y Andalucía. Según Ramos, sólo en Suecia, con un tipo máximo de 57,5 por ciento, las rentas más altas, a partir de 175.000 euros anuales, pagan más impuestos. Y sin embargo, pese a esa revisión al alza de los tipos máximos, la previsión de recaudación de ese tributo ha caído en 76 millones entre 2011 y este año, un dato que Ramos califica de «alarmante» y que, a su juicio, es preciso corregir.
«Elevar la tarifa autonómica no está suponiendo un repunte en los ingresos por este tributo», recalca la diputada. El PP asturiano plantea bajar el tramo autonómico de este impuesto. La rebaja más sustancial, de cuatro puntos, sería en el tipo marginal que se aplica a las rentas más elevadas: del 25,5 actual al 21,4. También proponen reducir el tipo mínimo, aunque en menor medida: del 12 por ciento actual al 11,6. Esta alternativa impositiva, según Emma Ramos, limitaría la huida de capitales hacia otras autonomías, ya que esos tipos serían idénticos a los que ya ofrecen Madrid y La Rioja, las comunidades españolas con tipos más reducidos para los tramos de renta más alta.
El segundo pilar de la reforma fiscal del PP afecta al impuesto sobre el patrimonio, un tributo que en Asturias oscila entre el 0,22 y el 3 por ciento, el tercero mayor del país, sólo por detrás de Andalucía y Extremadura, una tarifa más elevada que la estatal. En el lado contrario de la balanza, la Comunidad de Madrid mantiene una bonificación del 100 por ciento, una situación que «incita a la deslocalización de patrimonios, sean personas físicas o jurídicas». En este caso, el PP regional plantea una bonificación fiscal del 99 por ciento, que «permitiría tener controlados los patrimonios», y no de la totalidad del tributo como en el caso de Madrid.
La tercera modificación que propone el PP sobre los tributos cedidos alcanza al impuesto de sucesiones, cuyos tipos marginales en Asturias se sitúan entre el 7,65 y el 36,5 por ciento. El mínimo es idéntico en toda España, salvo en Cataluña, donde baja al 7% mientras que en el límite máximo el Principado vuelve a estar a la cabeza de España junto a Andalucía y Murcia. Este tributo, según los populares asturianos, también puede entrañar un riesgo de deslocalización hacia las autonomías con más ventajas fiscales: Cataluña ofrece el tipo más bajo, con el 34 por ciento, pero la mayoría de autonomías igualan la tarifa estatal, en el 34 por ciento. El PP propone tipos marginales entre el 7,65 y el 34 por ciento con bonificaciones del 99 por ciento para descendientes y adoptados menores de 21 años y para el cónyuge, descendientes, ascendientes y adoptados de 21 ó más años. Los populares descartan la concesión de bonificaciones para donaciones, «dado el carácter voluntario de éstas, a diferencia de las herencias, que son obligadas por causa de muerte», diferencia Emma Ramos.