Sanidad recomienda a los cuidadores de pacientes con demencia que velen también por su propia salud
El coste medio de la atención a estas patologías en Europa ronda los 28.000 euros anuales por enfermo, aunque con grandes diferencias entre países
El Sespa ofrece talleres de asesoramiento y formación a las personas con enfermos a su cargo
Asturias.-La Dirección General de Salud Pública recomienda a los cuidadores de las personas con demencia, especialmente a quienes tienen a su cargo a pacientes con alzhéimer, que no descuiden su salud, para poder realizar los cuidados de forma satisfactoria y proteger su propio bienestar. Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Alzhéimer, el director general de Salud Pública, Julio Bruno, expresa el apoyo del Ejecutivo asturiano a las familias de quienes padecen una enfermedad compleja, que compromete la calidad de vida y la autonomía de los enfermos y sus familiares.
Según los datos de EURODEM (European Community Concerted Action Epidemiology of Dementia), la estimación de demencia en la población mayor de 65 años se sitúa en el 6,4%, lo que, de acuerdo con la tasa de envejecimiento del 22% de la población asturiana, la convierte en una epidemia. Dentro de las demencias, el alzhéimer afecta al 4,4% de los mayores de 65 años. Así, se calcula que unas 10.000 personas están aquejadas de este mal en el Principado y 15.200 sufren algún otro tipo de demencia.
Prestar cuidados de forma prolongada a un paciente con demencia puede comportar dificultades de salud. Los estudios científicos y la experiencia de los propios cuidadores reflejan que ante esta circunstancia resulta aconsejable pedir ayuda y buscar apoyo en familiares, amistades o profesionales, poner límites a la cantidad de cuidados que se presta, aprender a decir no ante una demanda excesiva de la persona cuidada, delegar en otras personas, poner freno a las críticas o comentarios no constructivos, mantener hábitos saludables de vida como una buena alimentación y realizar ejercicio físico.
También es conveniente reconocer una situación en la que no es posible mantener los cuidados en el hogar sin responsabilizarse por ello, atribuir los comportamientos molestos del paciente a la enfermedad y no pensar que no reconoce y agradece la dedicación, asumir como algo normal los sentimientos de enojo, culpa, duda o temor y hablar sobre ellos con personas de confianza, organizar el tiempo libre con actividades gratificantes, ser realista y no pretender hacer más de lo que es posible, así como tratar de utilizar el sentido del humor, buscar el lado positivo de las actuaciones complicadas y no dudar en recurrir a la ayuda profesional en situaciones de estrés u otras dificultades de salud.
La demencia plantea un importante problema clínico, sanitario y socioeconómico por la necesidad de atención sanitaria y de cuidados, el elevado impacto familiar y la escasez de recursos terapéuticos eficaces.
El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) desarrolla una serie de talleres de asesoramiento y formación destinados a personas con pacientes aquejados de demencia a su cargo. Este programa, que funciona en todas las áreas sanitarias, atiende anualmente a más de ochenta personas.
Coste medio por paciente
Una reciente revisión de los estudios realizados en diversos países concluye que el coste medio de la atención a la demencia en Europa podría situarse en 28.000 euros anuales por paciente, aunque con grandes diferencias entre las diferentes naciones. Se estima que en España la cifra oscila entre los 27.000 y los 37.000 euros anuales, de los que el mayor porcentaje corresponde al gasto derivado del cuidado informal del paciente (entre el 77 y el 891%). Por su parte, el cuidado profesional no sanitario supondría entre un 6% y un 12%, mientras que el gasto sanitario oscilaría entre el 10% y el 13%. En el caso de Asturias, el gasto anual en medicamentos específicos para el alzhéimer alcanza los siete millones de euros.
El Gobierno autonómico cuenta con un Programa Clave de Atención Interdisciplinar (PCAI), que se actualizará próximamente, en el que están implicados los distintos niveles asistenciales, las unidades geriátricas de hospitales como el Monte Naranco y Cruz Roja y los dispositivos asistenciales dependientes de Bienestar Social.
Asimismo, existe un servicio de atención a domicilio para personas dependientes y una potente red de centros de día, cinco de ellos especializados en enfermos de alzhéimer, que funcionan a pleno rendimiento y con los que se busca paliar los agresivos recortes del Gobierno central en materia de dependencia.