Este viernes se celebró pleno en el Ayuntamiento de Noreña. Es el segundo de este mandato. En el primero, hace un mes, se decidió quien tenía que ser el Alcalde y en este segundo, tal como marca la ley, se discutió cómo se iba a organizar el gobierno y, sobre todo, cuánto iban a cobrar los distintos responsables. Bueno pues, en pocas palabras, el pleno aprobó que el Alcalde de Noreña y los concejales de su gobierno se van quedar sin sueldo. Cero euros. Nada. Así, como lo oyen.

Cuatro fuerzas de la oposición se pusieron de acuerdo en estar en contra de cualquier sueldo para el Alcalde. IPÑ, PP, FDLI y CA; presentaron cada uno su propia propuesta de salarios y remuneraciones que enmendaban la inicial y ninguna de ellas prosperó porque cada uno de estos cuatro grupos mencionados votó la suya. Hasta ahí todo más o menos comprensible. Pero la cuestión es que, una vez derrotadas, tampoco votaron la única propuesta que superó el corte, es decir, la inicial, la del Alcalde. Y la tumbaron, votaron en contra y sin alternativa posible. Con lo que, en conclusión y sin posibilidad de vuelta atrás, el Alcalde y los concejales de gobierno de Noreña gestionarán el Ayuntamiento sin recibir dinero alguno por su gestión. Cero euros. Nada.

Repasemos cómo fue el proceso. La propuesta inicial del Alcalde (que es el único que la puede hacer) implicaba 38.801 euros brutos al año para sí mismo más otros 42.840 para liberar parcialmente a cuatro concejales; tres de su grupo, el PSOE, y una de IDEAS. Por su parte, CA, Conceyu Abiertu por Noreña, quería un máximo de dos liberados a 20.000 euros por persona. FDLI, Frente de la Izquierda, pretendía que cada uno de los trece concejales, del Gobierno o de la oposición, independientemente de sus atribuciones, cobrara un sueldo de 200 euros mensuales. El PP, Partido Popular, proponía 36.000 euros brutos anuales para el alcalde, y 34.680 más para repartir entre 4 concejales liberados. E IPÑ, Independientes por Noreña, optaba por 38.000 euros brutos anuales para el Alcalde y 4.500 para cada concejal liberado. Bien. Pero, como decimos, ninguna de estas cuatro enmiendas presentadas por la oposición fueron aprobadas. Entre otras cosas porque cada grupo votó la suya. Con lo que, al final, no hubo otra alternativa que votar la propuesta inicial. Y ahí los cuatro grupos mencionados sí que estuvieron a favor de estar en contra. Es decir: o la mía o ninguna. Y la tumbaron. Fueron, en definitiva, siete votos en contra (3 de IPÑ, 2 del PP, 1 del FDLI y 1 de CA) y seis a favor (4 del PSOE, 1 de IDEAS y 1 de FAC) con lo que, repetimos, la consecuencia final es que no habrá ninguna remuneración por desempeñar las funciones del gobierno en el concejo y la gestión política se hará en horas libres.

Nosotros, en Foro Asturias, no estamos de acuerdo con esta decisión final y, humildemente, vamos a intentar explicar por qué. Hablar de dinero no es fácil. Concretar cuánto debe ganar una persona por su trabajo o cual es el mínimo para llegar a fin de mes con dignidad es siempre muy incómodo. Decidir los salarios de los políticos cuando hay casi noventa mil asturianos en paro es muy delicado. Sí. Pero hay que hacerlo. Hay que echar números, hay que basarse en algo y hay que llegar a una conclusión final.

Un primer elemento de partida es conocer cuál es la situación actual y, entrando ya en materia, lo decimos de una manera clara: hasta ahora el Alcalde de Noreña venía ganando unos dos mil y poco euros al mes; que vienen a ser 38.000 brutos al año. Bien; ustedes verán si es mucho o poco. Un segundo elemento es saber cuánto ganan otros alcaldes parecidos en concejos similares y aquí les tenemos que decir que hay un poco de todo. La única referencia objetiva o, si lo prefieren, corporativa, es la sugerencia que hace la propia Federación Asturiana de Concejos. Su propuesta es que el sueldo del Alcalde sea equivalente al de los funcionarios de más nivel de la corporación. Tiene su lógica proporcional porque según la población y el tamaño del Ayuntamiento varían estos niveles. Y tiene también su lógica jerárquica porque se supone que a más responsabilidad, más remuneración y todos entendemos que el Regidor está por encima del funcionario de más nivel. Pero bueno, como digo, esto es una recomendación no vinculante y el tema ya se debatió ampliamente en Noreña en los plenos del mandato pasado y se llegó a la conclusión de que no era el momento. Y antes de que lo pregunten, se lo aclaramos: los funcionarios de más nivel en un Ayuntamiento como el nuestro cobran más bien cerca de los tres mil euros. Bastante más que lo que cobraba el Alcalde. También ustedes verán si eso es mucho o poco. Y sigo: aparte de esos dos elementos referenciales, existen otros dos que pueden servir de comparativos. Uno es lo que cobraba el Alcalde en su vida profesional anterior, o posterior. No es un elemento determinante pero siempre es interesante saber si un político va a más o a menos, si gana más dentro que fuera, y, en este sentido, el propio Alcalde interesado ya expresó públicamente que ganaba más fuera que dentro. Concretamente unos seiscientos euros más. Cosa que, por cierto, ya les anticipo va a volver a hacer: el Alcalde de Noreña va a volver a su puesto de trabajo anterior y va a ejercer sus funciones fuera de hora, a ratos libres, sin estar liberado. Y, con todo esto, llegamos al cuarto criterio respecto a las remuneraciones del regidor que no es otro que la propuesta del protagonista. Efectivamente, es el propio Alcalde el que debe proponer al pleno cual va a ser su remuneración y es el pleno el que la puede aprobar. O no. Y aquí me permitirán que seamos críticos con este sistema.

Creo que nos iría mucho mejor si esta cuestión se sacara del debate municipal. Si los sueldos de Alcaldes y concejales estuvieran fijados previamente y con carácter general y, por lo tanto, no hubiera que discutirlos y aprobarlos en el segundo pleno de cada mandato. No es práctico ni lógico que sea el propio interesado el que se auto-proponga el sueldo y que sean después todos los demás concejales los que se lo aprueben en pleno. O se lo denieguen. Si hay mayoría absoluta, malo; porque todo queda en casa y pueden cometerse excesos. Ejemplos hay bastantes. Y si no hay mayoría de nadie, malo también; porque la oposición puede cometer excesos allí donde más duele. Como, repito, creo se cometieron en este pleno.

Y todo esto lo decimos desde Foro Asturias con la autoridad moral que nos da el habernos presentado a las elecciones en Noreña con una propuesta remunerativa muy clara: si conseguíamos la alcaldía, renunciábamos al sueldo. Más claros no pudimos ser. Cero euros. Nada. Así como lo oyen. Y creemos que no nos equivocamos. Entre otras cosas, creemos que no nos equivocamos porque lo proponíamos para nosotros mismos. No para los otros. Y es que, estarán de acuerdo conmigo en que la austeridad bien entendida, empieza por uno mismo. Que no se puede exigir a los demás lo que uno no está dispuesto a cumplir. Que la ley del embudo; es decir, la parte ancha para mí, la estrecha para ti; nunca es de recibo. Y que ahí, ahí creemos que está la madre del cordero de todo lo que pasó en este segundo pleno del Ayuntamiento de Noreña: que algunos de los que votaron que no a la propuesta de sueldo del Alcalde y que, por lo tanto, lo dejaron sin él, defendían otra cosa para sí mismos. O incluso para el propio Alcalde. Pero que, al ver que su propuesta no salía adelante, no supieron prever el resultado final. O les dio lo mismo. O solo buscaron hacer daño y llamar la atención sin calcular las consecuencias. Y eso es lo que más nos preocupa desde Foro Asturias: que la improvisación y la incoherencia nos abocaron a un resultado que, en principio, nadie quería. Y que, creemos, Noreña va a lamentar.

Los cuatro grupos de la oposición que votaron en contra dicen que la culpa es del Alcalde que no supo dialogar con ellos. Y que, a partir de ahora, lo va a hacer porque si no este va a ser el resultado. Bueno. Nosotros, Foro Asturias, tenemos que decir que, en este último mes nosotros estuvimos hablando y negociando con el Alcalde. Como, por cierto, creemos es nuestra obligación. Nosotros nos presentamos a las elecciones para ganar la alcaldía. Pero perdimos. Obtuvimos representación en el Concejo pero no la suficiente para asumir la Alcaldía. Y, a partir de ese momento, asumimos que el Alcalde iba a ser otro: exactamente el que el pueblo votó. Y nos pusimos a hacer oposición constructiva. Esa es la clave de la democracia: organizar el intercambio de ideas y la oposición constructiva. En este sentido es evidente que en estas cuatro semanas de negociación con el Alcalde tuvimos discrepancias. Partíamos de posiciones muy dispares pero hablando se entiende la gente. Y la cuerda se tensó pero no se rompió. A lo mejor porque supimos valorar nuestra fuerza real. Nosotros tenemos un concejal de entre trece y el diez por ciento de los votos. Esa es nuestra presencia y no podemos pretender tener siempre la razón. Y mucho menos imponerla. No. A lo que aspiramos es a conseguir acercar la postura final lo más posible a nuestras convicciones. Y hacerlo con sentido común, porque siempre creímos que es mejor una mala negociación que un buen desplante.

Por eso, después de varias conversaciones y algún que otro tira y afloja, nosotros creíamos que, como conclusión, 38.800 euros para el alcalde de Noreña estaba bien. Aunque también hubiéramos aceptado menos; por ejemplo los 38.000 propuestos por IPÑ o los 36.000 del PP. Vale. Lo que no compartimos es que alguien llegue a un pleno y por 800 euros arriba o abajo, o por 2.800, tire abajo una propuesta incorporando una moción horas antes y diga que es por qué no se dialogó con él. Nosotros creemos que el diálogo, siempre, es cosa de dos. Y es entonces a los dos a los que hay que censurar por no haber dialogado. De acuerdo. Hagámoslo. Censuremos la conducta de los que lo hicieron mal. De los que no dialogaron. Pero no juguemos con fuego. Es una insensatez que, por no calcular las consecuencias y por llamar la atención, el resultado final de este segundo pleno del ayuntamiento de Noreña sea dejar sin remuneración al Alcalde y los concejales. Cero euros. Nada. Así no se construye un gobierno ni se hace política ni se arreglan los problemas de los ciudadanos que, al final, es lo único que debería importarnos.

Vivimos tiempos de crisis. Es necesario ajustarse el cinturón. Los políticos tienen todos fama de acomodarse en el sillón, de buscar el sueldo fácil y de no hacer nada. Y la situación económica del ayuntamiento de Noreña es, por decirlo suavemente, una gran incógnita: nadie tiene una idea clara de cuál es el estado de cuentas real de los últimos dos años. Nadie. Y lo que es peor: va a ser materialmente imposible conocerlo con certeza hasta dentro de unos meses. Todo eso es verdad y es muy grave. Sí. Vale. De acuerdo. Pero lo que se aprobó en este segundo pleno del Ayuntamiento de Noreña no solo no va a ayudar a mejorar la situación sino que la va a empeorar. Es un castigo, una rabieta, una revancha de los cuatro grupos la oposición mencionados que, en nuestra opinión, no va a contribuir en absoluto a facilitar ni la gestión ni el gobierno de nuestro concejo.

La oposición debe ser constructiva y coherente. Y nosotros desde Foro Asturias así lo seguiremos haciendo en Noreña.