La medida es un paso más en el desmantelamiento del sistema nacional de salud que provocará más enfermedades y muertes'
Madrid/Oviedo.-La introducción del copago de medicamentos en fármacos hospitalarios anunciado por la ministra de Sanidad, Ana Mato, supone un nuevo mazazo para las personas más vulnerables que incidirá en un empeoramiento de la salud de la ciudadanía. El diputado nacional de IU, Gaspar Llamazares, rechazó esta mañana esta medida y acusó al Gobierno de un desmantelamiento del sistema público, que ya había comenzado eliminando la universalidad del mismo. Llamazares calificó de “ensañamiento” este nuevo recorte hacia los enfermos crónicos y avanzó que este tipo de medidas repercutirá desfavorablemente en la atención de ciertas patologías, ante la imposibilidad de una parte de los pacientes de acceder a tratamientos por cuestiones económicas.
El nuevo decreto para establecer un copago o repago en fármacos hospitalarios muestra, según Llamazares, la cara más obscura del Ministerio. “En primer lugar significa que el Ministerio de Sanidad sigue cambiando un sistema sanitario que se regía por un criterio de necesidad y de derecho a la salud de los ciudadanos por un sistema sanitario en el que se introducen cada vez más criterios mercantiles”.
La medida desenmascara, afirmó el parlamentario, la nula voluntad del PP y de Ana Mato, de alcanzar ningún tipo de acuerdo. “Frente a sus proclamas de negociación y de acuerdo continúa profundizando en aquello que provoca más desacuerdo, en aquello que provoca más confrontación. El copago rechazado por el 80% de la población y continúa el Ministerio de Sanidad con el copago”.
Gaspar Llamazares criticó el silencio de Ana Mato en su última comparecencia, por haber ocultado al Parlamento la puesta en marcha de este nuevo recorte. “Sigue siendo un Ministerio opaco, que intenta convertir la sanidad en una cuestión mercantil y que las reformas sanitarias que lleva a cabo son únicamente las contrarreformas que significan excluir y dificultar la atención sanitaria, en particular de los más débiles. En este caso de los pacientes, en muchos casos graves que existen en los hospitales que se verán obligados a sufragar una parte de su tratamiento”.
Para IU, la medida no puede justificarse, como ha pretendido el Gobierno, en un efecto disuasorio frente a supuestos abuso en la ingesta de medicamentos, ya que, en atención hospitalaria, son los facultativos quienes deciden qué fármacos y en qué cantidad deben suministrarse. “Los medicamentos son aquellos que le son recetados por parte de los profesionales y que, además, por la gravedad de sus enfermedades no tienen alternativas, lo cual quiere decir que hay una mentalidad recaudatoria y privatizadora del Ministerio de Sanidad, un ensañamiento con los más débiles con los pacientes más graves y los pacientes crónicos”.
La realidad de la sanidad española, denunció Llamazares, es que en estos momentos ya hay un millón de personas sin acceso a la sanidad pública, algo que, añadió, “significa un retroceso histórico” que está dificultando la atención médica. “Estas medidas tienen un efecto disuasorio. Hay gente que no va al médico, hay gente que no retira los fármacos precisamente por su situación económica y por su precio, con lo cual, cualquier nueva barrera económica va a significar más ensañamiento con los sectores más débiles, más enfermedad y más muerte en materia sanitaria.
FOTO: IRNA