Por Cristina G. Pedraz/
DICYT
Buena parte de los ricos fondos relacionados con las Ciencias Naturales con que cuenta la Universidad de Valladolid pueden contemplarse ya de forma libre. El Museo de la Universidad de Valladolid ha ampliado su alcance y aglutina ahora dos colecciones que antes solo podían visionarse mediante visitas concertadas, las colecciones de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina y las de Ciencias Naturales, situadas en el edificio del Colegio García Quintana en la Plaza de España.
La formación de un Museo de Ciencias Naturales en Valladolid tuvo su origen en el gabinete que, con fines pedagógicos, se creó hacia 1860 en la Facultad de Ciencias, cuando ésta se hallaba ubicada en el edificio de la calle Librería. Un siglo después, con la implantación de nuevos planes de enseñanza científica, se prescindió de las ciencias biológicas y, por ello, las colecciones que la Universidad había reunido dejaron de ser accesibles, produciéndose su dispersión. Ya en 1966, la celebración de una exposición organizada por el profesor Hernando Cordovilla planteó la necesidad de crear un museo de carácter pedagógico. Aquella exposición nunca llegó a cerrarse y, con el empeño del profesor y de su esposa, la también docente María Huelmo, se llegaron a reunir 9.000 piezas.
En estos momentos, la muestra se divide en 11 secciones conforme a criterios científicos. Concretamente, los apartados se centran en los vertebrados inferiores, los aspectos característicos de Castilla y León, la biología, el hombre, los artrópodos, la cristalografía y mineralogía, los invertebrados no artrópodos, los mamíferos, la botánica, las aves y la paleontología.Una de las salas más destacadas recoge algunos aspectos representativos de las Ciencias Naturales en Castilla y León.
En ella se ha realizado una selección de fósiles, mamíferos, peces y minerales que pueden encontrarse en la comunidad. En primer lugar, el visitante puede observar un mapa en relieve del territorio con información agraria, hidrológica, geolófica y topográfica.
Piezas representativas
Después, puede pasear entre animales característicos, zorros, lucios extremadamente voraces, lechuzas u otros elementos como el sílex localizado en Fuensaldaña, que se utilizó en la Edad de Piedra para elaborar herramientas cortantes. La exposición recoge también el tronco de sigillaria encontrado en una mina abandonada de León, convertido en carbón fósil durante el Carbonífero (hace aproximadamente 300 millones de años). Este tronco está datado en la Era del Paleozoico, caracterizada por unas condiciones meteorológicas muy favorables y en las que algunos vegetales llegaron a crecer hasta alcanzar 20 metros de altura y un metro de diámetro.
Un rebeco, propio de latitudes altas de las provincias de Burgos y Palencia, ruedas de molino de grano de época romana o un maxilar de ‘Deinotherium gigamteum’, un animal cercano al elefante y conocido popularmente como dinoterio (procedente del Mioceno hace 22’5 a cino millones de años), completan la muestra