Por Antonio Martín
/DICYT
Un grupo de investigadores de la Universidad de Burgos ha descrito por primera vez en la Península Ibérica la presencia de un nematodo que ataca a la ortiga común. Aunque se trata de una planta silvestre, en algunos lugares de Castilla y León esta urticácea se cultiva para la obtención de sustratos en productos farmacéuticos. La presencia de este gusano redondo puede mermar, por tanto, la producción de estos cultivos. Para reducir la acción de este parásito, que se puede constituir en plaga, los científicos del Grupo de Investigación en Compostaje emplean en ensayos materia orgánica para que actúe como biodesinfectante.
El reporte, publicado en el número de julio de la revista Plant Disease, describe cómo los científicos de la Universidad de Burgos recogieron muestras de suelo y de raíces entre mayo y octubre de 2010 de plantas cultivadas y silvestres en diferentes puntos de Castilla y León. Los quistes de los nematodos fueron detectados en raíces de ortiga común (Urtica dioica) en cuatro áreas naturales de las provincias de Burgos y León, donde se cultiva esta planta para obtención de componentes para la industria farmacéutica. Los científicos aislaron los quistes de los gusanos redondos y estudiaron sus características morfológicas y genéticas. Los estudios genéticos permitieron comprobar que las secuencias estudiadas presentaban una similitud del 99% de una especie de nematodo aislado en Alemania. Las muestras correspondían, por lo tanto, a la especie Heterodera ripae.
Seguidamente, los investigadores, que pertenecen al Grupo de Investigación en Compostaje y a la sección de Microbiología, realizaron pruebas de invernadero para conocer la patogenicidad de estas poblaciones de Heterodera ripae descritas. Los quistes fueron inoculados en raíces de lúpulo común, cáñamo y ortiga común. Los científicos observaron que en la ortiga común se produjo un aumento en las poblaciones de nematodos, con todas las plantas muy poco desarrollados y color amarillento, que confirmó la patogenicidad de los nemátodos. Hasta ahora, se había informado de la presencia de esta especie de nematodo principalmente en el este de Europa (Rusia, Estonia, Letonia, Armenia, Moldavia, Ucrania, Bulgaria, Eslovaquia), además de Alemania y Bélgica.
Javier López Robles, del grupo de compostaje, considera que "es importante la descripción de esta especie, ya que puede causar una gran reducción del rendimiento en los cultivos de ortiga común si no se gestionan adecuadamente", relata a DiCYT. Desde hace unos años, el equipo científico al que pertenece trabaja en la aplicación de materia orgánica en suelos, tanto para conocer las propiedades que el compost ofrece para la recuperación de nutrientes del terreno como biodesinfectante para el control de ciertas plagas. López Robles participó también en la descripción por primera vez en España del nematodo del lúpulo.
Acción biocida
Según explica el experto, "mediante la aplicación de materia orgánica en suelos con pH básico se generan compuestos como ácidos grasos volátiles y amoniaco que actúan como biocidas". A partir de estos compuestos, por lo tanto, se pueden controlar algunos de los organismos que afectan a la producción de una planta de cultivo empleando el compost como biodesinfectante. Esta receta, sin embargo, no es universal, ya que en otros terrenos más ácidos, en vez de amoniaco se genera amonio, que no es tóxico.
Ciertos nematodos afectan a la planta reduciendo su producción, ya que muchos son citófagos, se alimentan de los tejidos vegetales. Debido a que se trata de un filo muy amplio, estos gusanos redondos pueden actuar de diferente manera sobre la productividad de la planta, afectado tanto al suelo como a la parte aérea. Hay especies de nematodos que son polífagos, esto es, afectan a diferentes familias de plantas, y otros más específicos, generalmente los formadores de quistes, que pueden especializarse en un género e incluso en una especie. Entre estos últimos se encuentran los nematodos del lúpulo, la remolacha o la soja.
La ortiga común es considerada una planta silvestre, aunque existen productores, como Soria Natural, por ejemplo, que cultivan en zonas aisladas esta urticácea. "Lógicamente, no es rentable realizar un control sobre una especie silvestre, pero el conocimiento del problema puede ayudarnos a tratarlo en cultivos", recuerda López Robles. Para lograr soluciones a posibles plagas de nematodos, el equipo científicos de compostaje emplean desde 2003 residuos orgánicos (compost). Los científicos han obtenido resultados esperanzadores en un abanico amplio de producciones agrícolas: patatas, remolacha, cereales de regadío y de secano o guisante