Oblanca pide un plan nacional para atajar la sangría de puestos de trabajo en Asturias

Oblanca pide un plan nacional para atajar la sangría de puestos de trabajo en Asturias

“Asturias fue la Comunidad Autónoma española en la que más cayó la producción industrial, prácticamente triplica la media registrada en el conjunto del país”

 

“Las medidas traumáticas que se están tomando en la industria al respecto de la continuidad de diferentes proyectos empresariales y su efecto arrastre sobre el empleo, ponen en absoluta evidencia la carencia del diálogo permanente que se debe ejercer desde los poderes públicos para evitar las decisiones que truncan el empleo de miles de trabajadores directos e indirectos y arruinan el futuro de sus familias”

 

Madrid.- El senador de FORO, Isidro Martínez Oblanca, interpelará la próxima semana al Gobierno presidido por Mariano Rajoy en relación con la política industrial en Asturias.

Para Oblanca, que cita en el texto de su iniciativa los casos de General Dynamics, Suzuki Motor España y Tenneco Automotive, “es imprescindible una estrategia nacional para defender la actividad productiva existente en Asturias y detener la sangría de puestos de trabajo derivada de la ausencia total de política industrial en España y en Asturias”.

El texto de la interpelación de FORO al Gobierno de España es el siguiente:

             “Con los últimos datos conocidos, la Evolución del Índice de Producción Industrial (IPI), eliminado el efecto calendario (es decir, la diferencia en el número de días hábiles que presenta un mes en los distintos años), presenta una variación anual en julio del -1,4%, ocho décimas superior a la tasa registrada en junio, mes en el que la producción se redujo el 1,9 % anual y en el que todas las Comunidades Autónomas (a excepción de dos: Extremadura y Canarias) presentaron una tasa de variación anual negativa en su producción industrial.

En todo caso, las cifras y datos estadísticos señalan y certifican que la evolución del IPI continua registrando variaciones que permanecen en porcentajes negativos desde Agosto de 2011.

Singular atención merece Asturias que, hasta junio, fue la Comunidad Autónoma española en la que más cayó la producción industrial, al reducirse un 12,7% respecto al mismo mes del pasado ejercicio. Esta caída prácticamente triplica la media registrada en el conjunto del país, donde la producción industrial cayó el 4,6% a pesar de que alguna de las grandes empresas mantiene unos razonables niveles de producción. Ello significa que el resto del tejido de la pequeña y mediana empresa está debilitándose y destruyendo empleo porque está cayendo su capacidad de producción.

Sectores industriales tradicionales e históricamente muy potentes para la generación de empleo y el crecimiento económico tales como la minería, la siderurgia y la construcción naval, han sufrido unas mermas considerables que se unen a los durísimas desplomes sufridos por el conjunto de la industria asturiana, lastrada por la ausencia de condiciones que favorezcan su competitividad con medidas entre las que cabría citar la inversión pública, la superación del aislamiento con infraestructuras acordes a los tiempos y la fluidez del crédito a las empresas grandes, medianas y pequeñas.

Las decisiones traumáticas que se están tomando en la industria al respecto de la continuidad de diferentes proyectos empresariales y su efecto arrastre sobre el empleo, ponen en absoluta evidencia la carencia del diálogo permanente que se debe ejercer desde los poderes públicos para evitar la traumática situación que damnifica a miles de trabajadores directos e indirectos y arruinan el futuro de sus familias.

Solo en el último año, en la Comunidad Autónoma de Asturias las multinacionales General Dynamics (antigua Empresa Nacional Santa Bárbara, sector industrial de Defensa) y Suzuki Motor España (sector industrial automoción) han trasladado o cancelado su producción, con cierre de sus factorías y la destrucción de centenares de puestos de trabajo. Otra multinacional, Tenneco Automotive (sector automoción) acaba de anunciar el cierre de su planta en Gijón con 230 trabajadores.

A tales cierres y a la pérdida de puestos de trabajo tanto directos como indirectos, hay que unir las medidas que se vienen tomado en otro sector de la industria, la minería del carbón, así como la eliminación por parte del Gobierno de España de los denominados ‘Fondos Mineros’ para la reactivación económica de las comarcas afectadas por los planes de cierre de los pozos y explotaciones mineras públicas y privadas, lo que les arrastrará a su desertización.

Otro sector industrial, el vinculado a la construcción naval, también ha sufrido los efectos de la denuncia interesada sobre los ‘tax lease’ y mantiene su incertidumbre por la  falta de concreción de las medidas de apoyo a su futuro.

La dureza de la situación sobre la industria asturiana se viene reflejando en el cierre de empresas, en la amenaza de deslocalización y en el recorte de puestos de trabajo y de salarios. En lo que va de año 2013, los acontecimientos en torno a la industria asturiana pone de manifiesto la carencia de medidas eficaces que permitan poner freno a la destrucción de miles de puestos de trabajo directos e indirectos y pongan término a la dramática situación de Asturias, año tras año, como la Comunidad Autónoma de menor tasa de población activa.

Asturias camina inexorablemente a la paulatina extinción de su tejido productivo industrial y minero y es imprescindible, por lo tanto, adoptar todas las medidas necesarias para proteger la actividad industrial existente y evitar una mayor sangría de puestos de trabajo.

Por lo expuesto, a los efectos de defender los intereses de los trabajadores y la aplicación de medidas que garanticen la continuidad y el futuro de los diferentes sectores industriales en Asturias, se interpela al Gobierno de España sobre las consecuencias de la falta de política industrial y minera, con especial referencia a la evolución de Asturias reflejada en su Índice de Producción Industrial, el cierre de empresas (incluido el reciente anunciado realizado por la multinacional Tenneco Automotive y la pérdida de los 230 puestos de trabajo de su planta en Gijón), la desertización de las comarcas mineras y la enorme envergadura de destrucción de miles de empleos como secuela del declive de la industria asturiana”.

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