El alemán marca el mejor tiempo en las sesiones libres en un circuito que no beneficia a los Red Bull, mientras Alonso finaliza quinto

Si hay que citar una cualidad por encima de las innumerables virtudes del RB9 es la capacidad para generar carga aerodinámica. Si hay un circuito donde los coches vayan descargados de ala, ese es Monza, con apenas seis curvas en el templo de la velocidad, donde se superan los 330 kilómetros por hora, y el coche acelera por la recta la mayor parte del tiempo. Pues ni así se muestra débil el Red Bull, que en manos de Sebastian Vettel marcó el mejor tiempo del día. Fue en la segunda sesión, 1.24.453, seis décimas más rápido que su compañero Mark Webber, y los Lotus de Kimi Raikkonen y Romain Grosjean. Fernando Alonso solo pudo ser sexto, por delante de los dos Mercedes, y ocho décimas del líder del mundial.

El asturiano no pudo corroborar las buenas sensaciones que había dejado la primera manga, en la que había sido segundo, a una pocas centésimas del Mercedes de Lewis Hamilton. “Ha sido un poco sorpresa haber liderado la segunda manga con más de medio segundo de ventaja, sobre todo, viendo, lo apretada que había estado la primera sesión, pero el coche se siente muy bien y soy optimista”, destacó Vettel. En Ferrari, no arrojan la toalla. “Hemos probado varias cosas. Ahora tenemos que analizar bien los datos, y buscar mañana las mejores soluciones”, dice cauto Alonso.