El Museo Arqueológico de Asturias ha incorporado a su colección permanente seis nuevas piezas procedentes del yacimiento paleolítico de la Lluera, ubicado en San Juan de Priorio (Oviedo), entre las que destaca un conjunto de piezas formado por seis caninos de cérvido y un fragmento de ocre perforado de forma triangular.

Los siete elementos se han engarzado en una trenza de crin de asturcón, estableciendo así una hipótesis de trabajo que interpreta el conjunto como un todo unitario de uso ornamental. En su presentación, celebrada esta mañana, han participado la consejera de Educación, Cultura y Deporte, Ana González Rodríguez, el director general de Patrimonio Cultural, Adolfo Rodríguez Asensio, y el director del Museo Arqueológico de Asturias, Ignacio Alonso.

La exposición del mencionado collar se complementa con la de otros dos fragmentos de ocre que, aunque rotos, presentan una forma muy similar al de las piezas engarzadas en el adorno ya citado, y cuyas puntas están gastadas por haber sido utilizados como materiales de dibujo.

En otra vitrina, confrontada con la anterior, se presentan tres piezas interpretadas como utensilios grabadores: un buril de cuarcita impregnado en ocre y dos de goethita. Entre estos últimos, hay uno que presenta una perforación para colgar, y se puede apreciar perfectamente el desgaste en una de sus puntas, consecuencia de haber sido usado como marcador en las paredes de caliza de la cueva.

La cueva de La Lluera, cuya apertura al público finalizará, por este año, el próximo 15 de septiembre, es conocida por su excepcional arte rupestre y ha aportado, como demuestran estas nuevas incorporaciones a la exposición permanente del Museo Arqueológico de Asturias, interesantes materiales en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el marco de un proyecto de investigación de la cuenca media del Nalón, permitiendo la lectura de una estratigrafía con interesantes niveles solutrenses, magdalenienses y azilienses.