Por Ignacio Sánchez-Vicente
En un sentido práctico, a las doce de la mañana de este sábado, 16 de Julio de 2011, comienza la VIII Legislatura del Principado de Asturias. En la Junta General se inviste al nuevo presidente y, tras los actos protocolarios, toca gobernar.
En contadas ocasiones en la historia de nuestro pueblo un proyecto político, pero, sobre todo, una persona, han generado tales dosis de confianza y de esperanza. Esperanza, sí, que es precisamente lo que necesita esta sociedad para volver a asir el mango de las palas con fuerza olímpica y ponerse a remar contra la corriente y los rápidos, muchos y peligrosos.
Francisco Álvarez-Cascos ha formado un Ejecutivo de profesionales jóvenes, en su mayoría, y no profesionales de la política. Y eso es bueno. trae un aire fresco (sin demérito, naturalmente, de quienes han hecho de la cosa pública su cometido principal) un soplo de renovación que era necesario en una región en la que la mayoría de las caras públicas llevan décadas ocupándose de las mismas, o similares, responsabilidades. Y un Gobierno, además, compuesto por representantes de las distintas sensibilidades vitales asturianas, el centro y las alas, e incluso de la diversidad de origen de la población, ya que, como hoy señala ufanamente el Diario de León "Cascos coloca al frente de la Consejería de Hacienda de Asturias a Ramón del Riego, otro leonés como su antecesor en el mismo cargo, Jaime Rabanal". A fin de cuentas, muchas familias leonesas, desde hace ya doscientos años, o más, se han incardinado en Asturias para manejar, con éxito, negocios y finanzas.
Frente a ese raudal de confianza y esperanza en el nuevo Gobierno, la postura de los otros partidos con representación parlamentaria cuenta, quizá, menos. Están en su papel, desde luego. El PP, porque habrá aún de pagar políticamente errores de bulto en su enfoque de los anteriores comicios y la elección de candidaturas. Además, porque tiene la bien fundada sospecha de que FORO puede fagocitar a la formación que lidera Isabel Pérez-Espinosa, no ya porque a ello aspiren los foristas, igualmente en su derecho, sino porque la postura del no por el no reiteradamente mantenida en la Cámara y las alianzas, cuando menos extrañas, con el PSOE, pueden derivar en ese efecto, curioso cuando en el resto de España el PP está llamado a un triunfo clamoroso, al menos mientras prosigamos en la zozobra y el empobrecimiento generalizado de grandes capas de la población.
El PSOE, con mayor elegancia, es el primer partido de la oposición, y ha sido el más votado, no hay que olvidarlo, por lo que se debatirá, presumiblemente, entre la lógica de los hechos --no sería de recibo que se opusiese a obras, planes o proyectos, que beneficien a los muchos ayuntamientos en los que gobierna, o a determinados colectivos sociales-- y la necesaria obstrucción parlamentaria al Gobierno, que es a quien corresponde fajarse en la negociación de cada propuesta.
E IU, muy cómoda en su puesto durante estos cuatro años que vienen, salvo elecciones anticipadas, naturalmente, será quien sorprenda, acaso, con apoyos puntuales, porque de ellos puede sacar rédito electoral y, además, la coalición brillará con luz propia, cosa que tenía más difícil mientras fue parte del Ejecutivo presidido por Álvarez -Areces.
Palpando la opinión pública, cabe un aviso a navegantes. La opinión pública asturiana no va a ver con buenos ojos que, sin motivo y desde el primer día, todo sean palos en las ruedas y arena en los cojinetes del nuevo Gobierno. Especialmente porque éste es un tiempo que requiere del esfuerzo y la colaboración necesaria de todos. No sólo de los que empuñan la caña del timón.
Hoy es un día especial. En tal día que hoy, despegaba de Cabo Kennedy el Apolo 11, que puso un hombre en la Luna. En tal día que hoy, tuvo lugar la primera explosión atómica en El Álamo, y se abrió una nueva era energética. Y tuvo lugar la batalla de Las Navas de Tolosa. Y Mahoma inicia la Era de la Hégira trasladándose a Medina. Y nació, en Borge, Noruega, el explorador Admunsen. En fin, ojalá dentro de unos años puedan los asturianos decir: En tal día que hoy, se abrió un tiempo de regeneración y eficacia.
Así lo desean decenas de miles de asturianos. Que así sea.