CGP/DICYT Acaba de finalizar la primera campaña de excavaciones en el yacimiento de Aranbaltza (Barrika), dirigida por el investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos Joseba Ríos Garaizar, y financiada por la Diputación Foral de Bizkaia, cuyos resultados se consideran claves para comprender la evolución del hábitat al aire libre durante el Paleolítico en el Cantábrico y para comprender las formas de vida de los últimos neandertales y de los primeros Homo sapiens en esta región.
Este yacimiento vizcaíno descubierto por Iñaki Libano en 2005 fue recientemente atribuido a un periodo del Paleolítico desconocido hasta el momento en la zona, el Chatelperronienses (hace unos 42-37.000 años), que reviste especial interés porque se relaciona con las últimas poblaciones de neandertales y las primeras de Homo sapiens en el occidente de Europa. La campaña realizada en agosto ha revelado que el yacimiento cuenta con una excepcional secuencia ya que además de las ocupaciones chatelperronienses, se han encontrado evidencias de ocupaciones de neandertales durante el Paleolítico Medio (150-40.000 años) y posteriormente de grupos de humanos modernos durante el periodo Gravetiense (29-23.000 años).
Generalmente en la región cantábrica se asocia el hábitat durante el Paleolítico con la vida en las cuevas, probablemente debido, como explica Joseba Rios, a que muchas de sus cuevas poseen impresionantes registros arqueológicos paleolíticos. “En este contexto el interés de Aranbaltza radica en que se trata uno de los pocos sitios excavados al aire libre con ocupaciones paleolíticas en esta región, en los que se va a poder profundizar en un aspecto hasta ahora poco conocido del hábitat paleolítico”, afirma este arqueólogo vasco.
Los numerosos restos recuperados en Aranbaltza, más de un millar, son casi exclusivamente restos de utensilios de piedra fabricados en sílex del Flysch, cuyo afloramiento más cercano se encuentra a menos de un kilómetro del yacimiento. Entre los restos se han localizado núcleos de láminas, raspadores y puntas de dorso. También se han hallado evidencias de estructuras de combustión de época Gravetiense. Además se han recuperado muestras geológicas y realizado sondeos para tratar de reconstruir las condiciones ambientales en las que se formó el yacimiento.
Datación por OSL
La datación de las distintas ocupaciones se abordará combinando la conocida técnica del Carbono 14, con otras técnicas más novedosas como la Luminiscencia (OSL) que permite datar el momento en el que la luz solar dejó de incidir sobre pequeños granos de cuarzo presentes en el sedimento. El análisis de las muestras recogidas por los especialistas Martina Demuro, Carlos Pérez y el responsable del Grupo de Luminiscencia Lee Arnold se llevará a cabo en el CENIEH, que cuenta con uno de los pocos laboratorios de este método de datación existentes en Europa.
La campaña de 2013 es la primera de un proyecto que tiene previsto extenderse hasta el año 2016 dada la riqueza del yacimiento y la relevancia de los resultados obtenidos, según la información del CENIEH recogida por DiCYT.