Una vez más la colaboración ciudadana ha sido determinante para la detención de una mujer mientras estaba intentando un robo con fuerza en un piso de la zona de la Ería de Oviedo.

Sobre las 18h del pasado día 27 se recibió una llamada en la sala del 091, de un ciudadano en la que informaba que estaba viendo cómo una pareja estaba intentando abrir o forzar la puerta de la vivienda de un vecino.

Rápidamente una dotación se dirigió al lugar de los hechos y mientras un policía subía en ascensor, el otro lo hacía por las escaleras y éste último localizó a una mujer que bajaba de manera precipitada procediendo a interceptarla.

No supo dar respuesta convincente de lo que estaba haciendo en el edificio por lo que se procedió a su cacheo encontrándose útiles de los utilizados para efectuar robos en pisos.

Al ser interrogada confesó que había llegado a Oviedo procedente de Madrid sobre las 11 de la mañana, en un vehículo del que informó de la marca y modelo, en compañía de otros compatriotas para robar el mayor número de viviendas posibles y regresar el mismo día a Madrid.

Cuando el vehículo policial en el que se le había trasladado a Comisaría, llegó a su destino apareció en el suelo del mismo una tarjeta SIM de teléfono rota. La mujer manifestó que la había roto ella, el motivo era para evitar que a través del análisis de la misma se pudiera localizar las llamadas efectuadas.

Es habitual que este tipo de profesionales de los robos en viviendas usen un teléfono móvil o tarjeta exclusiva para las llamadas cuando están en plena faena de la que tratan de deshacerse para evitar que se pueda relacionar con sus cómplices.

En este tipo de robos suelen actuar 3 personas. Una permanece vigilando en la calle, otra vigila las escaleras y ascensores por si algún vecino sale de alguno de los pisos y la tercera es la que violenta y entra en el piso.

Una vez que consigue franquear la puerta, le ayuda el que está vigilando las escaleras.

Actúan en horas diurnas cuando los moradores están de vacaciones o trabajando. Llaman al timbre de los pisos y en los de al lado para cerciorarse de que no hay nadie.

El método más sencillo es el del resbalón pues muchas personas no dan vueltas a la cerradura. En este caso con un simple plástico abren la puerta. Si está cerrado con varias vueltas atacan la cerradura con destornilladores o palanquetas y si no lo consiguen utilizan el taladro y el extractor de bombillos.

El primer trabajo de los investigadores consistió en identificar a las personas que le acompañaban y el segundo averiguar las direcciones en Oviedo que han sido objeto de robos similares.

Se pudo averiguar que uno de sus cómplices huyó momentos antes de la llegada de la policía y se refugió en un bar próximo y que salió rápidamente tan pronto como la policía entró en el edificio.

Se dio una circunstancia que al leer los derechos a la detenida manifestó que no quería que se avisase a nadie de su detención, no obstante cuando llevaba poco tiempo en Comisaría se recibieron 2 llamadas de 2 personas que manifestaron ser abogados y que asumían su defensa para lo que se trasladaban en seguida a Oviedo. Probablemente habían sido avisados por uno de sus cómplices que presenció la detención.

Se les relaciona con otras personas que días pasados han sido detenidas por hechos similares y que son de su misma nacionalidad y que algunos testigos identifican con bastante probabilidad de que fueron los que actuaban con ella y a los que se les ocuparon numerosos utensilios para robos en pisos.

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