“El espacio de los Álamos sería un negocio privado, en suelo público, que no aporta nada a las fiestas”
Los socialistas piden revisar la legalidad de los concursos y la fiscalización de las cuentas
Por Carmen Peláez.Oviedo/AM.-“El alcalde ha querido hacer su fiesta pero el fracaso de la gestión es sonoro”, así de rotundo se expresa el representante socialista en la Junta de Gobierno de la Sociedad Ovetense de Festejos, SOF, Manuel Ángel Rodríguez. “Se rompe lo que ya tenía éxito y además se hace por decreto, sin junta de gobierno ni discusión”.
El decreto al que se hace referencia aprueba modificaciones en la organización de las fiestas de Oviedo como la creación de espacios que bajo la denominación de “entorno festivo singularizado” permite la creación de zonas festivas siempre que concurra el acuerdo de tres o más hosteleros de una zona y, sobre todo, podría aprobar la creación del proyecto de la Asociación de Hostelería de crear una zona específica para ello en el Paseo de los Álamos. “Este proyecto no está aprobado aún”, señala Rodríguez, “pero lo que parece es un decreto a la medida para el negocio del señor Almeida y esta asociación recibe subvenciones desde hace años para crear espacios así en los barrios que siempre fracasaron”.
Las reticencias del PSOE local a la reorganización festiva pasan porque “estamos hablando de un negocio privado, sin interés público alguno, que no aporta nada nuevo a las fiestas, pero en un espacio público y en unas fiestas que ya nos cuestan 1,2 millones de euros”. Este presupuesto, íntegramente público, es el que hace necesario “que esas cuentas se puedan fiscalizar, y queremos que el equipo de gobierno nos explique si es de interés público”, señala el concejal socialista. Para él, las fiestas de San Mateo gozan de gran popularidad porque se reúne en un espacio común y público un buen número de actividades como los conciertos de la plaza de la Catedral, los minoritarios en otras plazas, o los chiringuitos, “pero ese espacio que todos entendemos como nuestro, como común, es el del casco histórico y ahora se pretende dejar muy pobre la programación en el centro, vaciar el centro separando espacios”, denuncia.
Llevar los conciertos a la zona de La Ería o que la mayoría se convierten en actuaciones de pago “no supone ahorro alguno, si no que estas fiestas son más caras”, denuncia Rodríguez. Por ello, plantean la necesidad de hacer una revisión de los concursos efectuados para examinar su legalidad ya que “en La Ería se hicieron 3 concursos públicos; en el pliego del de la gestión, sólo había una empresa que lo cumplía; en el de la carpa, se pide una altura de 16 metros y sólo hay una empresa en España….” Como consecuencia de esta situación, “sólo la empresa que ya organizaba el Derrame Rock cumple las condiciones y todo esto lo que hace es que parezca que se diseñan los concursos para que trabajen unas personas y empresas en concreto”. Entre estas situaciones, cuya legalidad piden examinar, cita como ejemplo, “el de la venta de entradas, el bar y un mercadillo en los conciertos de pago en La Ería, una especie de concesión de la que los conciertos a taquilla no rinden cuentas”. Situación que inicialmente no aceptan puesto que “se hacen en suelo público y ya se pagan 7.000 euros por la organización del concierto de Melendi y 6.000 por el de Carlos Jean. ¿Cómo no vamos a poder fiscalizarlos?”.
Finalmente, el representante socialista en la SOF rechaza las insinuaciones recientemente vertidas por miembros de otros grupos municipales sobre la financiación de su partido o el de IU a través de chiringuitos, “esas acusaciones sólo pueden venir de la ignorancia de que los chiringuitos son de asociaciones culturales sin ánimo de lucro, no de los partidos políticos, que presentan memoria y objetivos y que están sometidos a intervención”, señala Rodríguez, “y del hecho de que a la derecha nunca le ha gustado que la gente con diferentes orígenes sociales se mezcle, ese es siempre su problema con los chiringuitos”, concluye.