Se registraron hundimientos en la CA-236 en La Braña y en la CA-364 entre el Puente de la Maza y la playa, que provocaron una importante afección a la calzada, lo que ha obligado a la Consejería de Obras Públicas a actuar para su reparación
El Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Obras Públicas, ha reparado los hundimientos parciales de dos carreteras de acceso a la playa de Merón en San Vicente de la Barquera, concretamente en la CA-236 en La Braña, que se hundió, junto con el paseo peatonal, en el punto kilométrico 5, y en la CA-364, entre Puente de la Maza y la playa del Tostadero. La causa de los dos deslizamientos es la misma, las fuertes lluvias acaecidas en los pasados meses y la acción marina.
En la carretera de La Braña, los trabajos realizados por la Consejería de Obras Públicas han consistido en la construcción de una pantalla de tablestacas, de 40 metros de longitud y 12 metros de altura aproximadamente. Posteriormente, se han sujetado las tablaestacas mediante anclajes empotrados en el terreno, de 20 metros de longitud aproximadamente, para contrarrestar el empuje del terreno.
El hundimiento se produjo, además de por la lluvia, como consecuencia de la erosión marina sobre el pie de la ladera, y afectaba tanto a la carretera, como al paseo peatonal. La Consejería de Obras Públicas procedió con urgencia, una vez determinada la solución técnica mas adecuada, a la restitución de la carretera afectada para evitar que el hundimiento no afectase también al otro carril, y por lo tanto, supusiese el corte total de la carretera.
Colaboración de las instituciones implicadas
Con respecto a la CA-364, entre el Puente de la Maza y la playa de Tostadero, el margen de la carretera se ha reestablecido gracias a la coordinación de las instituciones implicadas, la Consejería de Obras Públicas, Consejería de Medio Ambiente y Consejería de Ganadería, por parte del Gobierno de Cantabria, y a la colaboración del Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera y de la Demarcación de Costas de Cantabria.
La obra ha consistido en la instalación de una escollera de 47 metros de longitud, con una altura de 3 metros sobre la rasante de la arena de la playa y un ancho de coronación de 2 metros. Cada piedra que se ha utilizado en la obra tenía un peso mínimo de 2.500 kilos. La actuación también ha incluido la sustitución de la tubería de saneamiento entre la acera y el terraplén, la estabilización de la acera y la reparación de las pilastras y barandillas afectadas por el desprendimiento.
Con estas dos actuaciones, el acceso y la circulación a la playa de Merón recupera la normalidad de tránsito en la zona del hundimiento, ya que durante varios días ha sido necesario tener cortado el carril afectado por seguridad.