- Los socialistas advierten que el siguiente paso serán las fiestas de los barrios. El objetivo es alejar a la ciudadanía de cualquier control sobre los eventos festivos.
Oviedo.-"La ciudadanía ovetense paga religiosamente con sus impuestos las fiestas de San Mateo. Más de un millón doscientos mil euros este año. Sin embargo ningún criterio de interés público parece sobrevivir en el diseño de las mismas. Los intereses privados deciden y los Concejales del Equipo de Gobierno firman", aforma hoy en un comunicado el Grupo Municipal Socialista.
"Ocurre de forma sonrojante con el denominado “recinto de la Ería”, dónde un determinado empresario privado ha montado la segunda parte de su festival con más de 200.000 euros públicos de respaldo y vuelve a ocurrir con lo que sarcásticamente se ha venido llamar “entorno festivo singularizado” en el que una determinada Asociación de Hosteleros logran con Caunedo lo que llevaban años intentando con De Lorenzo: influir y participar en la gestión y el diseño de las fiestas de San Mateo".
Para cualquiera que lea la Resolución del Concejal de Urbanismo del pasado 8 de agosto, prosigue, "parece claro que primero fue la propuesta y luego el Decreto. Alguien inventó un negocio y el Concejal lo llamó “entorno festivo singularizado” y firmó obedientemente la resolución. ¿Cuántos proyectos más podrían lograr en 12 días presentar una memoria descriptiva con todas las características que exige la resolución?"
Para el Grupo Socialista los hosteleros; su presencia, sus ideas y sus apuestas han sido fundamentales en el San Mateo de los últimos 30 años y lo serán en el San Mateo de los próximos 30, pero una cosa son los hosteleros que apuestan por sus negocios y otra una determinada Asociación que en los últimos años ya solicitó y obtuvo subvenciones de la SOF para poner en marcha iniciativas que esencialmente fracasaron en los barrios. Falta por ver cuál es la novedad del recinto propuesto en esta ocasión. ¿ Qué aporta realmente a la fiesta de este año?
El Grupo Socialista advierte y teme igualmente que el siguiente paso en esta progresiva conversión en negocio de los eventos festivos sean las fiestas de los barrios más populares de la ciudad. Este año la Concejala de Festejos se esforzó especialmente en poner todo tipo de impedimentos a las asociaciones festivas y vecinales que las organizan e igual que se escudó en razones de seguridad en el recinto para idear el “negocio de la Ería”, tememos que se acabará alejando a la ciudadanía no ya de la participación en los festejos sino de cualquier control de los recursos públicos