Una familia de delfines 'flipper' con cinco crías veranea en las playas de Asturias

Una familia de delfines flipper con cinco crías veranea en las playas de Asturias
Asturias.-Durante el día de ayer  un grupo de 16 delfines mulares, han creado una expectación extraordinaria en varias zonas de la costa central asturiana. Entre ellas, inmediaciones de la playa de Aguilar, también  en la  Playa  de  Bayas, playa de  Verdicio , Cabo peñas y la ensenada de LLumeres.
 
CEPESMA durante  estos  dos  días recibió  un total de 15  llamadas algunas a  través del   112 y la mayoría de particulares alertando de  la presencia de este  grupo, los  informantes se sentían preocupados por la cercanía   a costa  y por el escaso movimiento que  hacía  el  grupo, quedando en ocasiones durante   mucho tiempo en un perímetro muy escueto.
 
El  delfín mular, turpsiops truncatus es el   característico   Flipper ,  puede  llegar a pesos  superiores a los  550  kilos, y tallas de  hasta  3,40 metros, siendo el más proclive a  tener   contacto   con  embarcaciones  o  bañistas.
 
CEPESMA lleva controlando desde hace 10 días a este grupo, en el que se encuentran 5 ejemplares de muy corta edad. No siendo habitual que en un grupo tan reducido se encuentren tantos ejemplares juveniles entre los que algunos no superan los 3 0 4 meses de edad.
 
Esta especie es relativamente frecuente observarla en inmediaciones de playas y aguas someras entre los meses de mayo a octubre en el  Principado de Asturias,   aunque  durante el resto del año son   avistados también, formando  grupos    familiares que no superan los  50   individuos.
 
Al año se producen algunos  varamientos de delfines mulares, siendo la causa más habitual de la muerte, la captura accidental en artes de pesca.
 
Este  cetáceo está considerado  en los rangos más altos de la capacidad intelectiva, inmediatamente detrás del ser humano.
 
Diversos   estudios recientes dan  especial  relevancia a la  interacción  de  comunicación entre  ellos y  su capacidad   de memoria incluso  pasados muchos  años, pudiendo reconocerse de forma similar a  como lo  hacen los  humanos   e  incluso identificar de forma diferenciada a modo nominal mediante sonidos  emitidos a modo  de nombre identificativo a cada  uno.
 
El  código   cetáceo , emisiones a  modo de silbidos que  producen con el   espiráculo,  un símil de nuestro  alfabeto  ya  se  ha tenido en cuenta desde hace tiempo, pasando a  formar parte  incluso de grabaciones en sondas espaciales a la  búsqueda de vida inteligente.
 
También se  ha  constatado que  las  emisiones a  modo de tac..tac del sistema de ecolocalizacion  son   diferentes para relacionarse, a diferencia de las   que  producen para   percibir presas o   ambientes  en los que se  encuentran.
 
Llegan a ser  tan  creativos que  incluso utilizan elementos como las   burbujas de  aire expulsadas de   diferentes  maneras desde  el  propio espiráculo.  
 
Uno de los casos más singulares de asociación de delfines mulares y seres humanos se dio a mediados de los años 90 con la presencia estable, durante al menos 4 años, de los conocidos con el nombre de Enol y Ercina, y que tuvieron un asentamiento estable en la costa valdesana, con un periplo posterior en aguas de Galicia, precisamente esa historia está reflejada en un libro que Luis Laria publicará en breve
 
Otro   delfín mular  muy conocido en el  Cantábrico, Gaspar,  recorrió   distintos  puntos de la  costa   gallega  y    occidental  asturiana  hasta el puerto de Cudillero  hace  4  años.

Muy  anterior,  en los  años   70 fue el caso de  Nina, una   hembra  que en la localidad de  Ribadeo y   Figueras también  se localizo durante  un  tiempo


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