El Cairo.-Seguidores del depuesto presidente Mursi y miembros de los Hermanos Musulmanes aprovecharon las revueltas de esta semana para atacar, incendiar y destruir las iglesias y los bienes de los coptos en varias provincias, entre ellas Minya, Sohag, Fayoum, Assiut y Suez, alentados por los políticos y clérigos como «castigo de los coptos por su participación en la revolución del 30 de junio".
Los ataques de los Hermanos Musulmanes a edificios vidas y bienes de católicos y cristianos se produjeron en cerca de 20 provincias eclesiásticas de Egipto, habiendo quemado 17 Iglesias ya, además de una serie de casas y tiendas de propiedad de ciudadanos coptos.