El alcalde de Baranoa, un pequeño municipio colombiano, dejó patidifusos a propios y extraños al desvelar en una entrevista con Radio Caracol que planea prohibir a la gente morirse en su pueblo. La decisión la justifica el munícipe en el cementerio local, que tras 120 años de funcionamiento está abarrotado, al punto de que ya no hay garantías sanitarias si sigue sepultando cadáveres.
El alcalde espera que con tan original como absurda medida, desde el Gobierno federal se le ofrezca alguna salida. Entre tanto, además de multar a los que contravengas la normativa municipal muriéndose, ¿congelará a los difuntos?
fuente: cooperativa.cl