Tañpia.-El Festival Intercéltico d’Occidente dedica hoy viernes la jornada a los más pequeños de la casa, con la celebración del Día del neno celta. La actividad central se desarrollará a partir de las cinco cuando dará comienzo un taller etnográfico que consiste en la búsqueda de ayalgas (tesoros,en lengua asturiana). La iniciativa, que cuenta con la colaboración de Cogersa, servirá para concienciar a los más pequeños sobre la necesidad de preservar y mantener limpio el entorno.
La organización explicará a los niños el valor que antaño tenía la búsqueda de ayalgas en las zonas costeras. Los naufragios provocaban que arribaran a la costa objetos de valor, muy apreciados por los vecinos. Hoy en día más que tesoros, es frecuente la llegada a costas de residuos de todo tipo. De ahí que la actividad plantee un doble objetivo, por un lado la limpieza costera animando a los pequeños a recoger todos los residuos que encuentren y por otro, la búsqueda de un tesoro escondido por la organización y que será el premio por su duro trabajo. La actividad, que se desarrollará en el ribeiro de Represas, terminará con un cuentacuentos y una merienda.
Pero no será la única cita destacada en el programa de hoy. A las doce se celebrará el tradicional homenaje a los marineros, que se desarrollará en el mirador de Os Cañóis con la colaboración de todas las bandas que participan en esta edición. Por la noche tendrá lugar el primer Murallón Folk, el primer concierto en la playa que correrá a cargo del grupo gallego Kérkennai y el asturiano Rubén Alba.
Arribada celta
En cuanto a la jornada de ayer jueves, el cambio de horario de la ‘Arribada del mundo celta’, que este año se celebró por la noche, resultó todo un éxito y el público se volcó con la convocatoria abarrotando el puerto de Tapia. Poco antes de las once ya era difícil encontrar un hueco en el puerto, que se quedó completamente a oscuras para recibir a una comitiva de músicos representantes de algunas de las naciones celtas: Asturias, Galicia, la Bretaña francesa y Escocia.
‘El Rocín’, que capitanea el marinero Miguel Maseda, fue la embarcación encargada de traer a puerto a los músicos, que recorrieron la distancia entre el muelle exterior y la dársena portuaria a oscuras y acompañados por cohetes y fuegos artificiales. Una vez en puerto, el director del festival, Martín F. Cascudo, recogió de manos del alcalde, Enrique Fernández, la llave de la ciudad, que simboliza la conquista celta de la villa durante los días del Festival Intercéltico d’Occidente. Desde el puerto los músicos iniciaron una ruta hasta el parque donde se izó de nuevo la bandera celta.
El relevo lo tomó la bandina El Koku La Manzana que ofreció música en directo hasta altas horas de la noche. Horas antes, en el parque de Tapia, la bandina asturiana ofreció una Jam Session junto a los tapiegos Ayalga. La organización del Fido considera que esta edición está siendo una de las más multitudinarias y la prueba es el éxito de público de todas las actividades organizadas hasta la fecha.