Redacción.-Los principales países occidentales han enviado peticiones de moderación tanto al Ejército de Egipto como a los alentadores de la revuelta religiosa que se mantiene en las calles de El Cairo y otras ciudades en el intento de los Hermanos Musulmanes de instaurar un régimen islámico en uno de los países más modernos de África hasta el momento.El Gobierno español, al igual que otros de su entorno internacional, piden a los turistas que no elijan temporalmente como destino el país de las pirámides.
La revuelta y la represión de la misma por las autoridades egipcias han causado ya más de 600 muertos e incontables heridos. Mientras, en la ONU se desarrolla una intensa actividad medidadora para tratar de evitar que el conflicto derive en una guerra civil, en este caso no por la rebelión de un pueblo frente a una dictadura, sino por el enfrentamiento de quienes pretenden la islamización total de Egipto con la consiguiente supresión de derechos y libertades, especialmente para la mujer, y quienes no están dispuestos a volver a sumirse en una edad oscura.
Los asesores especiales de la ONU sobre la prevención de genocidio y sobre la responsabilidad de proteger urgieron el miércoles a los egipcios a actuar con responsabilidad y a cesar los ataques a las minorías e instituciones religiosas.
En un comunicado conjunto, Adama Dieng y Jennifer Welsh expresaron profunda preocupación por la violencia y el uso excesivo de la fuerza aplicado ayer contra los manifestantes en El Cairo por las fuerzas de seguridad.
Ataques musulmanes a las iglesias cristianas
Los expertos advirtieron del alto riesgo de que la violencia escale aún más y destacaron con especial alarma la cantidad de iglesias e instituciones cristianas que han sido agredidas, particularmente en las provincias de Assiut, Fayoum, Minya y Sohag, supuestamente como represalia por los incidentes en la capital egipcia.
Del mismo modo, llamaron a la población a abstenerse de usar la violencia para expresar sus quejas, y de dirigir los asaltos a minorías religiosas o de utilizar lenguaje que incite a comportamientos que agudicen las tensiones.
Dieng y Welsh señalaron que la violencia contra esas comunidades puede aumentar si no se toman medidas para protegerlas.
Finalmente, los asesores subrayaron la importancia de abandonar las estrategias de confrontación, de respetar los derechos humanos y de proteger a todos los ciudadanos egipcios, independientemente de su posición política o sus creencias religiosas.
foto: IRNA
El Gobierno de España lamenta profundamente los gravísimos sucesos ocurridos en Egipto a raíz de la disolución de las manifestaciones de partidarios del ex presidente Mursi y condena el uso de la violencia que ha provocado numerosas víctimas mortales y heridos.
España condena también los ataques contra edificios públicos e iglesias que han tenido lugar a raíz de estos hechos, perpetrados por grupos violentos extremistas.
El Gobierno de España expresa su inquietud por la declaración del estado de emergencia, que pide sea levantado lo antes posible, y demanda que se respeten los derechos humanos y se evite todo ulterior derramamiento de sangre.
La violencia no puede resolver los graves problemas políticos, sociales y económicos de Egipto, pues compromete seriamente la convivencia y el porvenir de todo el país por lo que España hace un llamamiento urgente a la contención de las partes enfrentadas y al diálogo de todas las fuerzas políticas egipcias.
El Gobierno de España está dispuesto a colaborar en los esfuerzos de la Unión Europea y de la comunidad internacional para ayudar a encontrar una salida pacífica a esta gravísima crisis nacional en un país amigo tan importante como Egipto.