El diputado de FORO en el Congreso, Enrique Álvarez Sostres, ha manifestado hoy en contestación a las opiniones vertidas en distintos medios de comunicación de la representante de UPyD, Rosa Díez, que “la juez-diputada ha presumido de ser una fuente bien informada criticando la colaboración del Presidente de FORO Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, con sus declaraciones ante el juez Ruz en relación con la presunta contabilidad B del PP en su época de Secretario General de ese partido en los años 90”. Sostres reflexiona sobre los motivos fundados de las manifestaciones de la diputada y se pregunta “¿Qué datos tiene Rosa Díez, y en qué fuente bebe esta parlamentaria, que demuestren esa “poca colaboración” de la que acusa a Álvarez-Cascos, cuando no ha tenido acceso a la misma, salvo que nos diga que los abogados presentes o el propio juez Ruz se lo ha contado a ella, en virtud de los dones puros que la adornan?”.
A juicio de Sostres, “si su actitud fuese menos histriónica y más seria y solvente, podría haber esperado conocer las declaraciones públicas del interesado e incluso dirigirse a él, para conocerlas de primera mano, o incluso con documentación adjunta”. Pero, continúa el diputado de FORO, “es habitual en los políticos profesionales pescadores del caza-voto, prejuzgar insidiosamente antes de conocer los datos reales de algo, utilizando el deleznable método de ‘declara algo, de rigor o no, porque la duda se instala y yo ya he alcanzado mis objetivos en mi campo de pesca’”.
Recuerda Enrique Álvarez Sostres que “la diputada Rosa Díez, socialista que en los años de Oro del PSOE, al que pertenecía y al que aspiró a ser Secretaria General pero no le dieron el voto sus compañeros, que fue concejal con esa formación y parlamentaria vasca, fue silente total sobre el asunto Filesa de implicación socialista e idéntica en su mutismo con las hazañas de los GAL”. Sin embargo, lamenta el diputado, “ahora parece que quiere, no solo ser adelantada de la verdad política, sino de la verdad judicial en un ejercicio de ‘sabelotodo omnipresente’, hasta en la fase testifical de un procedimiento en el que no está representada, en una actuación política por otra parte siempre exagerada y grandilocuente, con ribetes de ser los únicos representantes de la honorabilidad y de la verdad, incluyendo trayectorias históricas, con el único objetivo de conseguir una rentabilidad electoral en cualquier sector social, habida cuenta del perfil esponjoso, adaptable y light de su oferta política”