México. D.F.-El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, firmó este lunes la Iniciativa de Reforma a los Artículos 27 y 28 de la Constitución, que confirma la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos y permite al país aprovechar sus abundantes recursos energéticos bajo la estricta rectoría del Estado.
El Primer Mandatario aseguró que esta Reforma Energética “tiene por objetivo beneficiar la economía de las familias mexicanas, generar más empleos y fortalecer la soberanía nacional”.
Con la Reforma que propongo, apuntó, “el petróleo y los demás hidrocarburos continuarán como patrimonio exclusivo de la Nación. Los mexicanos seguiremos siendo los únicos dueños de la renta petrolera. Con esta Reforma, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se mantienen como empresas cien por ciento propiedad de la Nación”.
El Presidente de la República enfatizó que Pemex y la CFE “de ninguna manera, y aquí lo digo y afirmo categóricamente, no se venden ni se privatizan. Con esta Reforma se busca que se fortalezcan y se modernicen para volver a ser empresas de vanguardia y cumplir su misión en beneficio de la sociedad”.
Destacó que México se encuentra ante una oportunidad histórica, pues “el país tiene la posibilidad de emprender una Reforma Energética capaz de transformar y elevar la calidad de vida de todos los mexicanos. Como Presidente de la República y como mexicano, tengo la firme convicción de que México tiene ante sí una de las oportunidades más importantes de los últimos años”.
Resaltó que con esta reforma constitucional, las familias mexicanas podrán sentir en sus bolsillos los beneficios de que nuestra economía vuelva a crecer a mayores niveles, como no ha ocurrido en las últimas décadas.
Subrayó que “esta iniciativa de Reforma Constitucional es el primer paso para contar con un sector energético acorde al siglo XXI, competitivo y eficiente que acelere el desarrollo del país”.
Con la Reforma que estamos presentando, agregó, “haremos del sector energético uno de los motores más poderosos de la economía nacional. Es tiempo, por ello, de aprovechar al máximo los recursos del país”.
El Presidente Peña Nieto recordó que hace 75 años, el 18 de marzo de 1938, el entonces Presidente Lázaro Cárdenas anunció la expropiación de los bienes de las compañías petroleras. Tan sólo dos meses y medio después de esta decisión emblemática, el Presidente Lázaro Cárdenas creó Pemex, organismo público que aceleraría el desarrollo del país.
Para consolidar estos avances, también, entonces, impulsó una reforma al Artículo 27 Constitucional. Con ella se prohibieron las concesiones y se otorgó al Estado el derecho exclusivo de explotar el petróleo. A partir de ese texto constitucional se permitía que el Estado celebrara contratos con particulares, y de esta manera aseguraba la producción de hidrocarburos bajo la rectoría gubernamental.
El Titular del Ejecutivo Federal mencionó que el Presidente Cárdenas, al dirigirse a los Diputados del Congreso de la Unión, señaló: “La exclusión de los particulares del régimen de concesiones que el Artículo 27 fija para la explotación de los recursos naturales del dominio público, no implica que la Nación abandone la posibilidad de admitir la colaboración de la iniciativa privada, sino simplemente que esa colaboración deberá realizarse, en el futuro, dentro de las formas jurídicas diversas de la concesión.
“Así quedaba claro que contratar no era concesionar. Con ello se salvaguardaba la renta petrolera en beneficio de los mexicanos”, apuntó el Presidente Peña Nieto.
Precisó que el espíritu de la Reforma que hoy se presenta “recupera lo mejor de nuestro pasado para conquistar el futuro”.
ALCANCE Y CONTENIDO DE LA REFORMA
Ante los integrantes de su Gabinete, el Presidente de la República explicó el alcance y contenido de la Reforma Energética: En materia de petróleo y demás hidrocarburos, dijo, la Reforma incluye cinco elementos fundamentales:
El primero es que retoma, palabra por palabra, el texto del Artículo 27 Constitucional del Presidente Lázaro Cárdenas. Esto permitirá al Gobierno de la República celebrar Contratos de Utilidad Compartida con el sector privado cuando así convenga al interés nacional, y con ello, generar energía más barata para todas las familias mexicanas.
Puntualizó que la Reforma no impulsa o considera contratos de producción compartida. “Lo que busca, es facultar al Estado para celebrar Contratos de Utilidad Compartida que permitan a la Nación mantener el control absoluto sobre el petróleo”.
“Con los Contratos de Utilidad Compartida, el país se mantiene como el único dueño de las reservas petroleras, de la renta petrolera y de la gran empresa que es Petróleos Mexicanos”, apuntó.
El segundo elemento consiste en un nuevo régimen fiscal para Pemex. “En la Iniciativa de Reforma Hacendaria que presentaré en el mes de septiembre, se propondrá un nuevo esquema de contribuciones para Pemex, que será plenamente competitivo conforme a estándares internacionales. En esencia, con este nuevo régimen fiscal el Estado mexicano actuará como dueño de la riqueza petrolera, con visión de plazo y no como un recaudador con necesidades de corto plazo”.
El tercer elemento es la reestructura de Pemex. Precisó que los retos globales exigen la reorganización de sus subsidiarias en dos divisiones: la primera, Exploración y Producción, estará enfocada a la extracción de petróleo y gas; la segunda, Transformación Industrial, se dedicará al procesamiento del petróleo y del gas en combustibles petrolíferos y petroquímicos.
En su conjunto, estableció el Mandatario, Pemex también tendrá mayor autonomía de gestión y un gobierno corporativo eficaz y moderno.
El cuarto elemento se refiere a mejorar las condiciones de transparencia y rendición de cuentas de Pemex. “A partir de la Reforma, se adoptarán las mejores prácticas de transparencia respecto a las obras, las adquisiciones y los Contratos de Utilidad Compartida con particulares que eventualmente realice Pemex”, señaló.
Asimismo, continuó, “los mexicanos contarán con un adecuado acceso a la información sobre el estado y administración del patrimonio energético nacional”.
El quinto elemento consiste en establecer reglas de contenido nacional en las compras y proyectos de infraestructura de Pemex. El objetivo es utilizar el gran poder de compra del sector energético como palanca de desarrollo de la nueva política industrial mexicana.
El Presidente Peña Nieto indicó que de manera conjunta, estos cinco elementos permitirán alcanzar los siguientes objetivos de la política de hidrocarburos:
Lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores al cien por ciento. Ello significa que el incremento de la producción estaría acompañado del descubrimiento de igual o mayor volumen de reservas.
“Incrementar la producción de petróleo de 2.5 millones de barriles diarios que actualmente tenemos, a tres millones para el año 2018, así como tres y medio millones o más de barriles diarios hacia el año 2025, que sería la cifra histórica de producción que México estaría logrando”, aseguró.
En el caso del gas natural, la producción aumentaría de cinco mil 700 millones de pies cúbicos diarios que se producen actualmente a ocho mil millones hacia el año 2018, así como 10 mil 400 millones hacia el año 2025, dijo.