La ablación de venas pulmonares con catéter circular irrigado permite acortar el tiempo de intervención y aumenta la protección frente a posibles recurrencias
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha sido el primero del sistema sanitario público en España en introducir la ablación de las venas pulmonares con catéter circular irrigado para el tratamiento de la fibrilación auricular paroxística, una nueva técnica que reduce considerablemente el tiempo de intervención respecto a la ablación punto a punto y con la que la Unidad de Arritmias pretende consolidarse como referencia en el tratamiento de este tipo de síndromes.
La ablación por radiofrecuencia mediante un catéter intravenoso que se hace llegar a la aurícula izquierda es actualmente la técnica de elección en pacientes con fibrilación auricular paroxística que no responde al tratamiento farmacológico. El aislamiento de las venas pulmonares con catéter circular multielectrodo es un importante paso adelante en el tratamiento de muchos pacientes, ya que permite acortar el tiempo de intervención, disminuye riesgos y ofrece mayor protección frente a futuras reactivaciones que la ablación convencional.
La fibrilación auricular es una activación rápida (mayor de 300 latidos por minuto) y desorganizada de las aurículas que repercute en la eficacia de la contracción cardiaca y favorece la formación de trombos. Se trata de la arritmia más frecuente entre la población general y su prevalencia aumenta con la edad, hasta alcanzar un 18% en los mayores de 80 años.
Su importancia radica en el riesgo de tromboembolismos y de deterioro de la función del músculo cardiaco hasta llegar incluso a la insuficiencia cardiaca (aunque esto ocurre solo en el 10% de los pacientes), ya que el corazón no puede soportar una frecuencia tan alta de forma mantenida.
Mantener el ritmo normal del corazón
El tratamiento de la fibrilación auricular consiste, por tanto, en mantener el ritmo normal del corazón --que es el que se origina en el nodo sinusal, situado en la aurícula derecha--, y prevenir la recurrencia de la arritmia. La ablación por radiofrecuencia mediante catéter es hoy por hoy la técnica más eficaz para lograrlo y es de elección cuando los fármacos antiarrítmicos fracasan, lo que sucede hasta en un 50% de pacientes.
La ablación por radiofrecuencia consiste en aislar las venas pulmonares que desembocan en la aurícula izquierda, donde se sitúan los focos anormales de las señales eléctricas que se propagan dando lugar a la fibrilación. Ese aislamiento se realiza aplicando el catéter punto por punto en torno a las venas pulmonares, lo que supone al menos dos horas y media de intervención y requiere una amplia curva de aprendizaje, por lo que el éxito depende en gran medida de la experiencia del médico.
Los nuevos catéteres circulares multielectrodo e irrigados, que se introducen por una vena periférica y se hacen llegar hasta la aurícula izquierda, permiten aplicar la radiofrecuencia de una vez alrededor de las venas pulmonares, aislándolas e impidiendo que la señal eléctrica anormal se propague al resto de las aurículas.
Frente a la ablación convencional, la nueva técnica ofrece la ventaja de reducir de dos horas y media a 45 minutos el tiempo de quirófano, lo que "supone menos riesgos para el paciente", explica Juan José Olalla, de la Unidad de Arritmias de Valdecilla, perteneciente al Servicio de Cardiología. Además, la aplicación más homogénea de la radiofrecuencia hace más eficaz el aislamiento de las venas pulmonares y por tanto "aumenta la protección frente a una posible recurrencia de la fibrilación".
La ablación circular, que se realiza en el quirófano de la Unidad de Arritmias, sólo precisa de anestesia local y el paciente puede irse de alta en 24 horas, señala Olalla, que se ha formado directamente en el Hospital Cardiológico de Haut-Léveque de Burdeos (Francia), junto a Pierre Jais, el padre de esta nueva técnica que permite mejorar notablemente los resultados de la ablación punto por punto.
Eficacia del 75-80%
El aislamiento de las venas pulmonares mediante catéter circular está especialmente indicado en los pacientes con fibrilación auricular paroxística, una forma clínica que suele autolimitar su duración a 48 horas, pero cuya frecuencia puede aumentar hasta comprometer seriamente la calidad de vida y la funcionalidad del paciente.
Aunque el tratamiento quirúrgico no es definitivo ni curativo, resulta eficaz en un 75-80% de los pacientes con fibrilación auricular paroxística, en los que garantiza periodos de al menos 7-8 años prácticamente libres de enfermedad o con escasos episodios muy distanciados en el tiempo, lo que permite mejorar mucho la calidad de vida. Aunque los resultados no son tan espectaculares en la fibrilación auricular crónica, el procedimiento puede realizarse también si el paciente está especialmente sintomático a causa de su arritmia.
La Unidad de Arritmias de Valdecilla es actualmente la quinta del país en número de ablaciones, con 250 anuales --un tratamiento para el que "no existe lista de espera", asegura Juan José Olalla--, buena parte de ellas a pacientes procedentes de Burgos y La Rioja.
Olalla estima que se podrán beneficiar de esta nueva modalidad de tratamiento cada año unos 60 pacientes de Cantabria y de Comunidades Autónomas vecinas, con lo que Valdecilla podría consolidarse como referencia en este tipo de técnicas.