La propuesta de la CEOE de que los empresarios puedan convertir unilateralmente contratos a tiempo completo en contratos a tiempo parcial representa una apuesta por generalizar la precariedad en el empleo y por la reducción salarial, al tiempo que un paso más para imponer la figura todopoderosa del empresario en las relaciones laborales que la última Reforma Laboral ha propiciado.
El FMI, con su propuesta de rebajar un 10% los salarios, apoyada por el vicepresidente económico de la Comisión Europea, y ahora la CEOE proponiendo que los empresarios puedan convertir contratos a tiempo completo en contratos a tiempo parcial, han colocado una diana sobre el empleo, los salarios y los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras de nuestra país.
Según recuerda Ana Herranz, secretaria confederal de Mujer e Igualdad de CCOO, como consecuencia de la Reforma Laboral se está produciendo una pérdida anual de contratación indefinida alarmante, que corre en paralelo al notable aumento de los contratos temporales (el 96% de los nuevos contratos son temporales), de los que el 37,6% son de jornada a tiempo parcial. En este sentido, "la propuesta de CEOE es una apuesta decidida por extender la precariedad a toda la población asalariada, ya que a los nuevos contratos a tiempo parcial se sumarian los contratos a tiempo completo ya existentes que el empresario convierta en a tiempo parcial".
Para CCOO, la precarización iría acompañada de un empobrecimiento aún mayor de los trabajadores y trabajadoras afectadas, ya que la conversión de un contrato a tiempo completo en uno a tiempo parcial se traduciría en una devaluación de las condiciones de trabajo y de los salarios inmediata, así como de las prestaciones sociales que pudieran corresponderles.
A juicio del secretario de Organización y Comunicación de CCOO, Fernando Lezcano, “la CEOE apuesta por empobrecer más a los trabajadores”, y para ello reclama poder ilimitado para hacer y deshacer según sus intereses, reforzando el poder unilateral del empresario en la toma de decisiones y debilitando la posición de los trabajadores y el control sindical que ejercen sus representantes. En definitiva, “está pidiendo al Gobierno que endurezca aún más la Reforma Laboral “.