Los científicos desconocían cómo la acidez creciente del océano afecta al mejillón de California (Mytilus californianus). Ahora, un equipo de científicos estadounidenses demuestra en The Journal of Experimental Biology que con la caída del pH del agua, las larvas de mejillón se debilitan y se vuelven más pequeñas
Desde la revolución industrial, el pH del océano ha disminuido en 0,1 unidades, lo que implica un aumento del 30% de la acidez del agua. Según las predicciones científicas, el pH del océano seguirá disminuyendo.
Según el estudio, que se publica en The Journal of Experimental Biology, y realizado por un equipo de científicos de la Universidad de California en Davis (EE UU), las larvas de mejillón de California (Mytilus californianus), una especie de base para muchos ecosistemas costeros en la costa noroeste de América del Norte, son las que más sufren el impacto de la acidificación oceánica.
Para demostrarlo, los investigadores, liderados por Brian Gaylord, criaron larvas de M. californianus recién fertilizadas en agua de mar mezclada con dióxido de carbono con un rango que va desde el nivel actual de 380 ppm de CO2 hasta un contexto de “uso intensivo de combustible fósil” de 970 ppm de CO2. Las larvas se desarrollaron durante ocho días.
Tras ocho días de desarrollo, el equipo analizó la fuerza, el tamaño y el espesor de las conchas de las larvas, y descubrió que la acidificación del agua de mar del molusco tiene un fuerte impacto en la resistencia de dichas conchas.
Los resultados revelan que las conchas de las larvas de cinco días de edad criadas en 970 ppm de CO2 fueron un 20% más débiles que las larvas criadas con el nivel de CO2 actual, mientras que las conchas de larvas criadas en 540 ppm de CO2 solo resultaron un 13% más débiles.
El equipo también averiguó que, después de ocho días a 970 ppm de CO2, las conchas eran hasta un 15% más finas y un 5% más pequeñas, y la masa corporal de los moluscos dentro de la concha fue de hasta un 33% más pequeña que la de los mejillones cultivados en niveles de CO2 actuales.
“La disminución de la integridad de la concha de M. californianus inducida por la acidificación oceánica representa una clara disminución en la función. Estas reducciones pueden, de hecho, ser comunes en los bivalvos”, señala Gaylord.
Mayor vulnerabilidad
Según el equipo, las posibles consecuencias ecológicas de la acidificación oceánica provocarían que las larvas debilitadas a causa del aumento de los niveles de CO2 se desarrollaran más lentamente o fueran más vulnerables a la depredación, más susceptibles al estrés, y padecieran un mayor riesgo de desecación.
Estos factores se reducirían la supervivencia de los mejillones y destruirían el equilibrio que existe en los ecosistemas costeros modernos