En su audición radial por M24, el Presidente de la República, José Mujica, se refirió al Proyecto de Ley de Regulación del Mercado de Marihuana que fue aprobado en la Cámara de Diputados y que será analizado en el Senado.
Recordó que el consumo es parte de un mercado clandestino con "reglas feroces, un monopolio de mafiosos donde se generan peores efectos sociales producto del narcotráfico". En este sentido reiteró las altas tasas de ganancia que deja este negocio que es capaz de “corromperlo todo”; prostituye la vida carcelaria, corrompe aparatos represivos, gestiones financieras (lavado) y financia campañas electorales. “La oferta de dinero y la amenaza sicaria están allí. ¿Quiere plata o plomo?”, relató.
Dijo que “este Uruguay veterano no quiere ver la seguidilla de ajustes de cuentas, no quiere ver la corrupción hacia lo represivo y el sistema político, en parte, está anestesiado por las cuestiones electorales”, sostuvo Mujica, quien rechazó que se utilice el tema con ese fin, basándose en el temor de tener una población envejecida como la nuestra e instó a no caer en demagogias.
La ley que se intenta “es una regulación” de algo que ya existe, que funciona “delante de nuestras narices, en una esquina, en las puertas de los liceos”. Aseguró que esta normativa busca “arrebatarle el mercado a la clandestinidad e identificar un mercado a la luz del día”. La definió como “una batalla sobre la salud pública”, teniendo en cuenta que el consumidor queda identificado y se puede actuar sobre él “si se pasa de la raya para que no se entierre en el vicio”. Mujica considera que este proyecto es "un experimento de vanguardia en el mundo entero".
“Nosotros queríamos que la mayoría de la población entendiera esta batalla porque necesitamos la ayuda de nuestro pueblo. La gravedad del problema es enorme, pero este es un país de mucha gente veterana y sana que tiene miedo ante esta plaga, y es lógico. Piensan que es peligroso. Nos cuesta entender a los jóvenes porque somos un país de viejos. Como no nos gusta el asunto miramos para otro lado”, argumentó.
El mandatario aludió a la importancia de "no dejar solos a los jóvenes en la clandestinidad, a no incentivar el misterio, teniendo en cuenta que cuando uno es joven suele verse atraído por lo prohibido. La marihuana es una adicción peligrosa y, como cualquier adicción, no es buena. No acepto eso que se dice que es mejor que el tabaco. Hay que construirle barreras culturales y sin misterio”, afirmó. Entiende que se debe dar batalla en todos los terrenos y aclaró que "con la normativa no se va a fomentar el consumo, por el contrario".
Campaña contra adicciones
Asimismo, informó que "tenemos un Proyecto de Ley que se está discutiendo para los futuros medios de comunicación del país, y allí se pone algún arancel. Nosotros vamos a estudiar canjear los aportes que le correspondieran para con el Estado, para sostener campañas contra las adicciones en general y que sean monitoreadas por un equipo de Salud Pública".
“El mayor recurso está en la cabeza, pero qué imberbe es la cabeza de un muchacho joven que se despista. Los mayores debemos asumir la responsabilidad de estar junto a ellos”, reiteró Mujica, quien convocó a los mayores a ayudar que la gente joven madure de la forma más sanamente posible y consideró que en esto incide el déficit de cariño familiar que pueda existir. “Uruguay intenta experimentar a favor del mundo sin ofender a nadie”, reafirmó.
Tabaco, alcohol y tránsito
En línea con este tema, y en alusión a su visión de que los seres humanos somos “inteligentes pero aventureros” y hasta por momentos, “ridículos”, Mujica se refirió a la adicción al cigarrillo, producto que “sabemos que es un veneno, una amenaza contra la vida y, sin embargo, fumamos”.
Sobre el consumo de alcohol en proporciones sistemáticas y altas, dijo que es muy malo para la salud y para la vida social, ya que en muchos casos destruye familias. Del mismo modo, se expresó sobre el peligro que implica conducir a alta velocidad, pensando en la vida de uno y en la ajena y, sin embargo, los accidentes de tránsito siguen siendo la principal causa de muerte entre los menores de 35 años.