El presidente del Gobierno, en su comparecencia ante el Pleno del Congreso, ha anunciado que en septiembre presentará un auténtico Plan Nacional de Regeneración Democrática.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha comparecido en el Parlamento para "evitar que los despropósitos" sobre el llamado "caso Bárcenas" sigan creciendo. Aunque, según ha manifestado, no es su tarea "demostrar la falsedad de lo que dicen otros", ha querido intervenir ante el Pleno del Congreso "para frenar esa erosión de la imagen de España que algunos cultivan; evitar que el daño a los españoles, a sus intereses y a su futuro siga creciendo de manera irresponsable. Y, también, para desmentir las mentiras, manipulaciones e insinuaciones maliciosas que han jaleado con entusiasmo, entre otros, algunos dirigentes políticos".
Rajoy ha reconocido que cometió "el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable" y que se equivocó "al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía", pero en su momento "carecía de razones para dudar de su inocencia" y, según ha manifestado: "Yo no condeno a nadie de manera preventiva".
El presidente ha afirmado que en el Partido Popular ni se ha llevado una doble contabilidad, ni se oculta ningún delito: "Se ha pagado en blanco por un trabajo y se ha incluido el pago en la contabilidad", ha dicho.
Por lo que a sus ingresos particulares se refiere, ha asegurado que siempre ha declarado todos sus ingresos y que sus declaraciones de renta y patrimonio de los últimos diez años están a la vista de todo el mundo.
A su juicio estamos ante una "asombrosa e imaginativa" colección de falsedades que el tiempo y la justicia demostrarán, pues es al juez a quien le corresponde establecer la verdad: "Esto es una cámara parlamentaria no un tribunal", ha apuntado.
Estabilidad política
El jefe del Ejecutivo ha manifestado que no permitirá que "la agenda de un país con cerca seis millones de parados y con las reformas que tiene en marcha, la condicione ningún imputado ni quienes, al servicio de sus inconfesados intereses, le prestan crédito".
Los dos valores más importantes de la política española en estos momentos son su programa de reformas y su estabilidad: "No consentiré que ninguno de los dos sufra daño", ha subrayado.
Rajoy ha añadido que "el Gobierno gobierna y está decidido a garantizar ante el mundo la estabilidad de la situación política en España. No permitiré que nada ni nadie dinamite el enorme esfuerzo que estamos haciendo todos los españoles para recuperar este país".
Por esta razón ha asegurado que no modificará "el rumbo de reformas que hemos programado para salir cuanto antes del estancamiento y estimular la creación de empleo".
Los datos apuntan a que la economía española, "aunque no esté bien, va mejor" y que "estamos a punto de salir de la recesión", ha dicho el presidente. Para que esta situación se mantenga y avance es necesaria la estabilidad que "ofrece un Gobierno que ha trazado una hoja de ruta que combina austeridad y reformas y tiene el respaldo parlamentario preciso para llevarlas a cabo".
En este sentido, el presidente ha criticado que se utilice de forma "torticera" un instrumento constitucional como es la moción de censura, porque "el crédito se obtiene y se conserva con una imagen de estabilidad, de seriedad y de solvencia". La situación económica mejora, pero "es todavía demasiado delicada como para jugar con ella", ha subrayado.
Lucha contra la corrupción
El presidente ha repasado las iniciativas que, desde el primer momento, ha tomado el Gobierno para reforzar el control preventivo de la corrupción sobre personas e instituciones, "en una línea de exigencia máxima".
Entre estas iniciativas ha citado la reforma de la Ley Orgánica de Financiación de Partidos Políticos, la reducción de las subvenciones anuales a los partidos y a las fundaciones vinculadas a ellos, así como la prohibición de que los partidos políticos acepten donaciones procedentes de quienes reciban subvenciones de las Administraciones Públicas.
También ha señalado que a primera Ley de Transparencia de la democracia española formará parte de nuestro Ordenamiento Jurídico antes de que acabe el año.
Pero Rajoy también ha adelantado que el próximo mes de septiembre presentaré, a través de media docena de textos legales, "un auténtico Plan Nacional de Regeneración Democrática, que deseamos alcance el mayor nivel de consenso en esta Cámara".
El plan incluirá, según ha anunciado, una Ley Orgánica de Control de la Actividad Económica y Financiera de los Partidos Políticos, una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas y de la Ley de Contratos del Sector Público, una Ley Reguladora de las Funciones Políticas, una reforma del Código Penal y otra de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Responsabilidad
En respuesta a los grupos parlamentarios, el presidente del Gobierno ha aclarado que no va a dimitir de las responsabilidades que, por amplia mayoría, le encomendaron los españoles en las últimas elecciones legislativas: "Ni voy a dimitir, ni voy a convocar elecciones generales, que es lo contrario de lo que convendría a este país".
"No me voy a declarar culpable porque no lo soy", ha dicho el presidente, "porque no tengo constancia alguna de que mi partido se haya financiado ilegalmente, el suyo [en referencia al PSOE] sí y lo han dicho los tribunales, porque no tengo constancia de haber hecho nada que vaya contra la ética, porque no he vulnerado el normal funcionamiento del Estado de Derecho, porque siempre he cumplido mis obligaciones con la Hacienda Publica, porque no he venido a la política a enriquecerme -porque tengo una profesion- y porque soy una persona recta y honrada".
Para concluir, el jefe del Ejecutivo ha apelado a la responsabilidad de todos para que "perseveremos, cada uno desde su posición, en reforzar la independencia de los jueces, respetar principios elementales como la presunción de inocencia, fortalecer los instrumentos de lucha contra la corrupción y mejorar la calidad de nuestra vida política".