Guayaquil (Guayas).- El discurso inaugural de la XII Reunión de Jefes de Estado de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) terminó con un llamado del Presidente Rafael Correa a tomar decisiones fundamentales en la reunión de Guayaquil.
El Mandatario anticipó que leyó la declaración previa que habían preparado los equipos de cada gobierno y dijo que le parecía “ tremendamente tibia”, por eso exhortó a sus homólogos a que tomen resoluciones contundentes para terminar con los problemas que pudieran afectar a la región.
Sus palabras fueron escuchadas con atención por los presidentes, Nicolás Maduro (Venezuela); Evo Morales (Bolivia); Daniel Ortega (Nicaragua) y por los representantes de Cuba, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Santa Lucía, que se dieron cita en la Cumbre.
El Mandatario ecuatoriano fue claro en su discurso. Los países de ALBA deben unirse para afrontar cuatro problemas que amenazan con la estabilidad de las naciones.
Los primeros tienen un origen externo. De ellos, son parte los Tratados de Protección Recíproca de Inversiones, que durante el siglo pasado los países de América firmaron con varias potencias mundiales. Ahora, estos convenios son usados para llevar a los Estados a litigar en los Centros de Arbitrajes Internacionales, donde los intereses nacionales han sido perjudicados a favor del poder de las transnacionales.
Un ejemplo lo ha vivido Ecuador y eso lo recordó el Presidente Correa. El país ha sido sancionado a pagar millonarias indemnizaciones a favor de poderosas transnacionales como Occidental y Chevron. Los fallos a favor de las compañías tienen evidentes contradicciones jurídicas y fueron expuestas por el Jefe de Estado; pero estos vacíos no son considerados en estas instancias de arbitraje. “Ecuador se está enfrentando a la tercera empresa más poderosa de Estados Unidos (Chevrol)”, recalcó el Jefe de Estado.
El Mandatario también pidió al ALBA tomar una decisión sobre el rol que juegan organismos continentales, como la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de DD.HH. Ambos han dejado en el limbo temas transcendentales como el bloqueo a Cuba y la posesión de las Islas Malvinas.
El Ecuador insiste en la modernización del sistema interamericano de Derechos Humanos para que representen la verdadera necesidad del continente. La intención del Gobierno ha sido clara, no se puede aceptar que la sede de esos organismos se encuentre en EE.UU., país que no ha firmado, hasta el momento, los acuerdos en DD.HH.. Además, que se revise el rol que ha jugado la Comisión Interamericana que se volcado su balanza a favor de los intereses del capital y de supuestas organizaciones sociales tienen más acceso a la Comisión que los propios Estados.
Justamente, otro peligro develado por el Primer Mandatario fue como organismos de derecha mundial se han camuflado en supuestas organizaciones sociales para tratar de boicotear el progreso de las naciones de ALBA. “La derecha no es tonta, también se filtra en organizaciones sociales”.
La infiltración también se vive en grupos sociales que históricamente han defendido el progreso de los pueblos y no del capital. Ahí está el cuarto riesgo, dejar que el discurso de defensa del ecosistema afecta el desarrollo de los pueblos. El Presidente Correa recordó que el despunte que viven las naciones de ALBA es por el uso de recursos y estos han servido para mejorar las condiciones de sectores históricamente olvidados.
Sin embargo, los gobiernos del ALBA han enfrentado casa a dentro la oposición de grupos que históricamente serían sus aliados. “Nadie puede cuestionar el proceso de participación que tienen nuestro proyecto político”.
Finalmente, el Presidente Correa pidió a sus compañeros a tomar “decisiones fundamentales y trascendentales para la viabilidad y éxito del proceso político y revolucionario de la nueva América”. CIT / El Ciudadano