Oviedo.-Una señora ya mayor de 86 años contrato a un señor, para que le limpiara los cristales de las ventanas. Las referencias del mismo se las facilita una vecina a la que también le hace la misma labor.
La pasada semana, tal como habían quedado se persona en el domicilio de la anciana, el limpiador.
Una vez que le facilita la entrada y como quiera que en esos momentos la señora estaba comiendo dejó al limpiador solo en el salón mientras realizaba su tarea y ella seguía comiendo.
Escondido bajo una butaca del salón tenía un joyero con varias joyas.
Esta semana fue a coger una joya y se dio cuenta de que le habían sido sustraídas.
La señora afirma que vive sola y que en su casa no ha entrado nadie desde la última vez que vio las joyas hasta que desaparecieron, y por tanto confirma que tan sólo pudo ser él, el que se apoderó de las mismas.
Los investigadores policiales están haciendo gestiones para tratar de averiguar el paradero de las joyas.
Ambas señoras tan sólo disponen del teléfono móvil del limpiador y sólo saben el nombre de pila.
No obstante ya ha sido localizado y se está tratando de averiguar su grado de participación .