El nuevo marco normativo, que cuenta con un presupuesto global de 5,3 millones de euros, desarrolla propuestas para garantizar las mejores condiciones en los países de destino a los jóvenes que buscan salidas profesionales fuera de España
Recupera la operación Añoranza para los mayores alejados durante décadas de su tierra natal y extiende la cobertura sanitaria en caso de necesidad durante las estancias temporales y a los retornados
Considera la violencia de género como causa objetiva de ayuda para los emigrantes en América Latina
Refuerza la conexión administrativa de los asturianos del exterior con las instituciones autonómicas para garantizar sus derechos ciudadanos
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El Gobierno de Asturias dió luz verde hoy al IV Plan de Emigración 2013-2016 que amplía el protagonismo y los derechos de los asturianos y asturianas de la diáspora, al considerarles una parte esencial para la construcción de una Asturias más próspera, más justa y más abierta al mundo. Este plan, que cuenta con un presupuesto global de 5.302.319 euros, recoge la herencia de anteriores iniciativas, pero da respuesta también a los retos que afrontan las nuevas generaciones de emigrantes.
El Gobierno presidido por Javier Fernández se comprometió a elaborar un nuevo Plan de Emigración para el periodo 2013-2016, al considerar que se trata de una herramienta esencial para la acción conjunta del Principado en relación con los emigrantes y para la mejora de sus condiciones de vida y sus nexos con la tierra natal. Muestra de este espíritu es que los propios emigrantes, a través de la Federación Internacional de Centros Asturianos (FICA) y otros órganos de representación, han tenido una participación directa en la elaboración del documento con sus propuestas.
Se trata de un nuevo marco normativo que desarrolla una batería de medidas para mejorar las condiciones sociales de los emigrantes asturianos mas desfavorecidos y de los retornados sin recursos. También potencia el apoyo a los centros y colectivos en el exterior y la participación y vinculación de las nuevas generaciones, además de fomentar la colaboración empresarial y la promoción de Asturias.
El IV Plan de Emigración se sustenta en cuatro pilares:
- El ámbito sociosanitario. Esta área de actuación, dotada con 2.576.750 euros, incluye todas aquellas medidas de apoyo a los asturianos de la diáspora con menos recursos, a los que se les ofrecen ayudas económicas, atención social personalizada, apoyo a los retornados, cobertura sanitaria y protección, además de alojamiento y asistencia a los mayores residentes en América Latina. Así, se recupera el programa Añoranza para los mayores alejados durante décadas de su tierra natal. En este contexto hay otras tres importantes novedades:
- La puesta en marcha una serie de actuaciones específicas dirigidas a los jóvenes emigrantes que, como consecuencia de la crisis económica española y europea, abandonan su tierra en busca de oportunidades profesionales. Entre estas acciones destacan: facilitar información previa antes de su salida sobre oportunidades profesionales, paliar los problemas que afrontan a su llegada al país de acogida, realizar un seguimiento de su situación personal y laboral y propiciar su vinculación con los colectivos asturianos ya implantados.
- La consideración de la violencia de género como causa objetiva de ayuda de emergencia social para los emigrantes en América Latina.
- La ampliación de la cobertura sanitaria en caso de necesidad durante las estancias temporales en Asturias de los emigrantes, así como de los retornados.
- El área sociocultural, que cuenta con un presupuesto de 1.793.568 euros, continúa con el fomento de mecanismos específicos que persiguen estrechar la vinculación de los asturianos del éxodo con Asturias. Especial atención se presta en este apartado a las acciones dirigidas a los jóvenes, tanto a los hijos y nietos de emigrantes como a los jóvenes del último éxodo, por constituir el capital humano que preserva el vínculo con el Principado desde cualquier rincón del mundo. Para ello se reforzará el apoyo a los centros y casas de Asturias, así como a las nuevas formas de asociacionismo en el exterior impulsadas por la emigración más reciente.
- El área empresarial y económica es otra de las líneas esenciales del IV Plan de Emigración y tiene un presupuesto de 932.000 euros. Se trata de impulsar mecanismos que permitan rentabilizar el talento y la experiencia de los asturianos de la emigración, muchos de ellos empresarios y profesionales de éxito, para el desarrollo económico del Principado. En la actual coyuntura de crisis y en una economía globalizada, las aportaciones de la diáspora asturiana constituyen una oportunidad para impulsar negocios y crear empleo. Por ello, la acción del Gobierno del Principado en la promoción exterior en alianza con la ciudadanía emigrante fomenta el conocimiento de Asturias como territorio de valores y oportunidades, la atracción de inversores y la apertura de nuevos mercados a las empresas asturianas. Apoyar iniciativas empresariales, respaldar negocios ya instaurados y vincular los recursos humanos, sociales y económicos en el interior y en el exterior es el eje de esta área de trabajo.
- La cuarta línea de actuación del Plan de Emigración 2013-2016 amplía la cercanía de las instituciones asturianas con la emigración, fomentando la accesibilidad como instrumento garantista de derechos de ciudadanía y de mejora de gestión pública. Si desde todos los ámbitos oficiales se están implementando acciones que faciliten la vinculación con las instituciones públicas, la emigración es particularmente sensible en esta materia. La propia distancia física con Asturias añade dificultades al legítimo ejercicio de sus derechos ciudadanos. Por todo ello, se crea este campo de acción aprovechando las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación, entre ellas la administración electrónica, disponiendo recursos específicos que faciliten la comunicación y la cercanía del Gobierno del Principado y los asturianos de la diáspora.
El IV Plan de Emigración aprobado hoy por el Consejo de Gobierno se convierte en un instrumento esencial para garantizar el cumplimiento del derecho a compartir la vida social, cultural y económica del Principado a la ciudadanía asturiana en el exterior, consolidar sus derechos y mejorar la accesibilidad con la Administración autonómica. También es una herramienta esencial para asegurar la atención, asistencia y protección de emigrantes que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, así como facilitar su retorno en condiciones dignas.