José Luís Mariblanca, director del departamento de Calidad de Carnes Sierra Madrid, S.A.
Las jornadas “Gestión e inspección en mataderos de vacuno y sala de tratamiento de carnes de reses de lidia” abordan un complejo panorama de exigentes normativas legales encaminadas a asegurar el mejor tratamiento de las reses de carne y de lidia en los más mínimos aspectos, incluidos el de su transporte y sacrificio.
El director de estas jornadas José Luís Mariblanca Lozano, asimismo director del departamento de Calidad de Carnes Sierra Madrid, S.A, asegura que la mayoría de las cuestiones relacionadas con el tratamiento y gestión de las carnes constituyen un enigma para la mayoría, a excepción de los profesionales. “Sin ir más lejos, el tratamiento que recibe la carne destinada a abastos y la de los animales procedentes de espectáculos taurinos, se trata y gestiona de modo diferente.
“La evolución del control sanitario de las carnes, ha sido enorme en los últimos años. Quizás la crisis de las “vacas locas”, aunque al principio supuso un duro golpe para las industrias cárnicas, ha hecho que evolucionara la inspección, no solo en ése, sino en otros aspectos que hay que controlar. La gente puede estar tranquila. La carne que se consume, no sólo en España sino en la Comunidad Europea, ya sea de res de abasto, ya sea procedente de un espectáculo taurino, está suficientemente controlada; yo diría que más que nunca. Hay muy buenos profesionales tanto en el ámbito público, como en el privado, y el genero que se comercializa está perfectamente controlado”, ha dicho Mariblanca.
Añadió tambiénque hay una sintonía plena entre los profesionales, productores y las autoridades competentes en la materia, “eso es lo ideal. Los controles que el empresario tiene que llevar a cabo en la Unión Europea, ante la que es responsable de sus productos, nos hacen echar de menos algunas ayudas a nivel fundamentalmente económico, porque todo esto supone gastos. El hecho de tener en una línea de canales responsables de calidad, laboratorios, instalaciones, aumento del número de operarios supone gastos y los empresarios agradecerían una ayuda en este sentido, quizás suprimiendo alguna de las tasas que plantean ahora introducir y ofreciendo algún tipo de deducción, en esas tasas de inspección. Porque la carne de vacuno, no está fuera de la crisis económica que vivimos”.