Por Esther Peñas/Ethic.-En España hay 76.000 jóvenes con discapacidad menores de 25 años. De ellos, el 35 por ciento está en activo, buscando trabajo o trabajando. Y, de ese porcentaje, sólo el 14 por ciento cuenta con un empleo. El plan No te rindas nunca, de Fundación Once, pretende impugnar estas cifras y presenta 34 ambiciosas medidas para la inclusión laboral. ¿Te unes a la transformación social?
Rendirse es claudicar. Permitir que los elementos venzan nuestra voluntad. Dejar de luchar. Deponer las ganas y el aliento. Por eso el consejo No te rindas nunca es tan importante. Porque incita a renovar la ilusión. Fácil no es pero ¿quién dijo que lo fuera? Con esa exhortación, ‘No te rindas nunca’, la Fundación ONCE y FSC Inserta, su entidad de recursos humanos, han elaborado un plan y una campaña para la inclusión laboral de jóvenes con discapacidad, cofinanciado por el Fondo Social Europeo.
Ambos, plan y campaña, se presentaron en un acto que contó con la participación de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez; el presidente de la ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda; el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, Luis Cayo Pérez Bueno, y la secretaria general de FSC Inserta, Virginia Carcedo.
Báñez incidió en lo importante: la inclusión laboral de los jóvenes con discapacidad es una labor que compete a toda la sociedad, ya que «son un ejemplo de alegría, ilusión y actitud ante la vida». Campañas como la de No te rindas nunca “ponen las pilas al resto de españoles”. Las palabras, conste en acta, son ministeriales.
34 medidas contra la exclusión
La realidad puede reflejarse en cifras. En España hay 76.000 jóvenes con discapacidad menores de 25 años. De ellos, el 35 por ciento está en activo, buscando trabajo o trabajando. Y, de ese porcentaje, ya de por sí lacónico, sólo el 14 por ciento cuenta con un empleo. Es decir, si los datos de paro entre los jóvenes españoles son perturbadores, los referidos a jóvenes con discapacidad son angustiosos.
Este plan atenderá a nueve mil jóvenes desempleados con discapacidad y menores de 30 años.
Pero las cifras pueden impugnarse. Por ello es por lo que el plan No te rindas nunca contempla 34 medidas que, de cara a los tres próximos años, impulsarán la inclusión laboral de los jóvenes con discapacidad. Cinco son sus grandes líneas maestras: análisis, valoración y evaluación; captación; orientación y formación; emprendimiento y fomento de la permanencia en el empleo.
Con un presupuesto de 8.200.000 euros, este plan atenderá a nueve mil jóvenes desempleados, menores de 30 años, procurando la formación de seis mil y consiguiendo contratos para tres mil, a los que se acompañará en su primera etapa laboral.
Nadie puede quedarse fuera. Nadie debe agazaparse. El círculo concéntrico de exclusión y pobreza puede quebrarse. Ése es el propósito del plan No te rindas nunca, iluminar una realidad en penumbra para transformarla. Dar visibilidad a un grupo de población, el de los jóvenes con discapacidad, para apostar por su capacidad, su aptitud, su entrega.
Disección de un propósito
Las 34 actuaciones que contempla el plan inciden sobre tres ámbitos diferentes pero ensamblados: los jóvenes con discapacidad, el tejido empresarial y los agentes económicos y sociales.
El primer paso en esta carrera de fondo es conocer el terreno sobre el que se pretende trabajar. Para ello, se han recabado de modo exhaustivo los datos suficientes para elaborar un mapa de situación lo más completo posible. Nueve medidas se encaminan a lograr este objetivo. Entre ellas, la realización del estudio Juventud con discapacidad en el actual contexto de crisis, el diagnóstico de la oferta de empleo para jóvenes y el análisis de la bolsa de empleo de FSC Inserta.
Una vez obtenida esta información, el segundo estadio es el de la captación del público objetivo, es decir, jóvenes con discapacidad en situación de desempleo, bien que busquen trabajo, bien que sean potenciales emprendedores. Pero también de empresas en busca de trabajadores con discapacidad que les aporten valor. Una vez conseguida la audiencia específica, se procederá a la preselección de candidatos y la adaptación de los puestos de trabajo que así lo requieran.
La tercera línea de trabajo que recoge el plan No te rindas nunca es la orientación y formación, una de las más ambiciosas y decisivas, ya que trata de adecuar el perfil de los candidatos con la realidad del mercado laboral. Para ello se prevén acciones formativas, prácticas académicas, aulas sectoriales, sesiones de entrenamiento personal (coaching) y talleres ad hoc.
El plan no se olvida de cuantos jóvenes albergan el sueño de dirigir su propia empresa. Para ellos se han diseñado un conjunto de medidas encaminadas a poner en pie su proyecto. A materializar su sueño. A que tome forma. Entre otras, la puesta a punto de las Herramientas del emprendedor, el tutelaje en el proyecto del plan de empresa o la consultoría para iniciativas ya constituidas.
Por último, aunque no menos importante, las actuaciones destinadas a mantener el empleo: asesoramiento a empresas en los procesos de selección de jóvenes con discapacidad en sus plantillas, la confección de un Manual de acogida y un seguimiento periódico para quienes se incorporen a la realidad laboral.
La campaña
La campaña lleva la marca de la casa: estocada mortal al desaliento y acento colocado en los valores que importan: superación, trabajo en equipo, coraje, respeto a la diferencia, perseverancia… y todo ello sustentado en el talento y la excelencia, compatibles -¿acaso hay duda?- con la discapacidad.
Realizado por la agencia publicitaria Shackleton para FSC Inserta, el spot No te rindas nunca reúne doce testimonios de jóvenes que conocen la discapacidad de primera mano, y que exhortan a todo aquel que les preste atención a no desanimarse, por más árido que resulte el camino. «Persigue tus sueños», «no cuelgues los guantes» o «lucha por conseguir lo que quieres» son algunos de los mensajes que se escuchan.
En este anuncio se invierten los parámetros ya que, como advierte Juan Nonnzioli, director creativo general de Shackleton, «las personas con discapacidad han abandonado el victimismo y ahora son ellas las que lanzan un mensaje de motivación».
En apenas sesenta segundos, un cuaderno de bitácora vital, desgranado por lo que Miguel Carballeda, presidente de la ONCE y de su Fundación, denominó ‘generación NINI’, porque los jóvenes con discapacidad «ni se rinden ni se conforman».
El anuncio se convirtió en portada de Youtube (plataforma en la que se han producido, hasta la fecha más de medio millón de descargas) y originó casi trece mil tuits (por cierto que en Twiter la campaña fue apoyada, entre otros, por personalidades de la cultura y el deporte, como Andreu Buenafuente, Ana Pastor o Roberto Soldado). Además, alrededor de un millón de internautas han querido ver la campaña a través de casi cuatrocientos blogs y casi dos millones y medio de espectadores han tenido noticia de la misma a través de distintas piezas informativas. En cuanto a impacto, todo un éxito.
Pero del éxito del plan hablaremos a su término. Quedamos emplazados para ello, de aquí a tres años. Pero su voluntad le sirve de credencial y su naturaleza apunta al triunfo, porque no vende un producto, comparte un mensaje de autenticidad. Un mensaje que bien podría sintetizarse en el verso del poeta José Hierro: «nada vale lo que tú». Así pues, no te rindas nunca.