Brasilia.-La presidenta Dilma Rousseff, dijo en un discurso para dar la bienvenida al Papa Francisco, quien llegó el lunes (22) a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, que es un honor recibir a un líder religioso sensible a las preocupaciones por la justicia social. Según Rousseff, el gobierno brasileño y la Iglesia Católica están combatiendo a un enemigo común, la desigualdad.

     "El hombre que vino de los pueblos latinoamericanos, que procedían de nuestra hermana vecina Argentina, sería añadir más condiciones para crear una amplia alianza mundial para combatir el hambre y la pobreza. Una alianza de solidaridad, una alianza de cooperación y el humanitarismo, la difusión de las buenas experiencias, entre otros, los obtenidos aquí en Brasil ", dijo Dilma

Para Dilma, la Jornada Mundial de la Juventud se celebra en un momento especial, cuando los jóvenes salen a las calles de más derechos, más democracia y más inclusión social. La presidenta dijo que el gobierno brasileño estima que todos los avances logrados en los últimos diez años son sólo el comienzo, y que esta es una oportunidad para discutir los valores y tratar de renovar las esperanzas de un mundo mejor.

     "Sabemos del compromiso de Su Santidad con estos valores. Su sacerdocio por los más pobres, lo que se refleja incluso en el nombre escogido por el Papa, un homenaje a San Francisco de Asís. Sabemos que nos enfrentamos a un líder religioso sensible a las aspiraciones de nuestros pueblos por la justicia social, la dignidad y oportunidad para todos los ciudadanos. Luchamos contra un enemigo común, la desigualdad en todas sus formas

".

Foto: Roberto Stuckert Filho/PR