Carmen Posadas: “Pretender que la literatura cambie el mundo es una gran soberbia por parte de los escritores”

Carmen Posadas: “Pretender que la literatura cambie el mundo es una gran soberbia por parte de los escritores”

La escritora Carmen Posadas ha señalado hoy en Santander que “pretender que la literatura cambie el mundo es una gran soberbia por parte de los escritores”. Para ella, los libros no son de quien los escribe sino de quienes los leen y la prueba, dijo, está en que cuando alguien relee una novela un tiempo más tarde descubre “cosas completamente distintas”.

“A lo mejor yo intenté escribir algo sublime que no le dice nada a nadie y, sin embargo, algo que yo no consideraba muy interesante ayudó a una persona en un momento concreto”. Así lo apuntó durante su intervención en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) horas antes de participar en la tribuna de los ‘Martes Literarios’ en el Paraninfo de La Magdalena.

Posadas definió la escritura como un acto “muy solitario” y lo comparó con los náufragos que escriben un mensaje en una botella y “nunca saben a dónde va a llegar”. Por ello y en relación a su participación en el ciclo de los ‘Martes Literarios’, la escritora reconoció que le gustan los encuentros “tú a tú” con personas interesadas en la literatura porque suponen, dijo, una forma de comprobar que tu libro “no se ha estrellado contra las rocas”.

Preguntada por la falta de vasos conectores que dificultan el reconocimiento de los autores latinoamericanos entre países del continente, la autora de ‘Invitación a un asesinato’ o ‘Deseos de Mujer’ lamentó que, efectivamente, se trata de países “muy aislados” en los que la ‘única” manera de conseguir proyección internacional es “a través de España”.

En relación a sus próximos proyectos, la autora de ‘Hoy caviar, mañana sardinas’ comentó que “quiere escribir” una biografía novelada de “una mujer” aunque aún no tiene decidido sobre quién girará el libro. En este sentido, reconoció que seguro que será de una fémina porque, en su opinión, hay mujeres con vidas muy interesantes “a las que no se les ha hecho justicia”.

Autodefinida como “cuentista”, la escritora dijo que existe en la literatura “una especie de obsesión por los personajes buenos”, algo que ella consideró “pesadísimo” y “aburrido”. Además, recordó que, a su juicio, no existen libros “buenos o malos” porque “hasta un reloj parado da la hora exacta dos veces al día” y, subrayó que “de vez en cuando” leyendo un libro “horrible” descubres una frase “genial” o una situación “buenísima”.

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